El Barça sigue como líder incontestable de la Liga. El Real Madrid está a ocho puntos. Tito Vilanova, con un once de circunstancias, con Adriano de improvisado central, supo remontar un partido que se le había puesto muy cuesta arriba por un gol de Cristiano Ronaldo. Dos goles de Messi acercaron a la victoria al equipo blaugrana que volvió a remontar un partido que se le había complicado. CR7 logró su octavo gol en la Liga y empató con Leo aunque quedó claro que Messi sigue siendo el número uno sin discusión alguna. No cabe duda de que fue un grandísimo clásico, uno más de los últimos años, con intensidad, presión y alguna fase de excelente fútbol. El Camp Nou vivió una noche histórica, mezcla de pasión futbolística y reivindicación de soberanía para Catalunya. Fue una lección de una afición entregada en que no hubo ni un solo incidente, una muestra más de civismo. El Barça, que pasó por apuros en fases de la primera parte, acabó mereciendo el triunfo, al encerrar al Real Madrid en su área. Montoya tuvo la victoria en sus pies en los minutos finales, pero su gran remate rebotó en la madera. El empate final fue bastante justo por las oportunidades de uno y otro equipo (Benzema también remató al poste con 0-1 en el marcador), pero no por el juego de ambos conjuntos. El Barça supo mantener su filosofía de juego, aunque con su defensa improvisada y los fallos en el medio campo, puso en peligro la victoria. La improvisada zaga, con Adriano de central zurdo, sin ningún defensa puro, supo sacar adelante el compromiso, aunque encajó dos goles que pudieron ser más si el Real Madrid llega a estar más acertado en el remate. Aunque en la segunda parte, el Barça hizo méritos sobrados para llevarse los tres puntos. Sobró la dureza blanca habitual y faltó un poquito de suerte en el remate del Barça.
Con Adriano de central Tito Vilanova sorprendió a todo el mundo, Mou incluido, con su once inicial en el que jugó Adriano, junto a Mascherano, como central. Alves y Jordi Alba complementaron una zaga sin un solo defensa puro. Vilanova arriesgó. Era la primera vez en toda la temporada en que jugaban juntos Xavi-Busquets-Cesc e Iniesta. De salida no acabó de funcionar porque el Real Madrid estuvo más asentado sobre el campo, con mayor posesión de balón y peligro, aprovechando, otra vez, algún que otro error en el pase de los barcelonistas. Al Barça le costaba sacar el balón y sufría en defensa. Las ocasiones eran madridistas. El primer aviso serio fue un excelente centro de CR7 que Benzema (que estaba solo) desperdició de forma lamentable por querer hacer el gol del año, rematando de primera. Su remate fue a la grada. Con todo, el Real Madrid avisó de sus intenciones.