Imposible aburrirse. Dos Armas Letales deja un gran sabor, dulce como la venganza (como en algún momento citan algunos de sus participantes) y con ganas de degustar una rebanada más. Baltasar Kormákur (Contrabando) es el director y responsable de esta especie de buddy film súper ágil rítmicamente y abarcador de una mezcla perfecta de diversos géneros. El islandés emprende una filmación vigorosa desde lo técnico, con planos enérgicos y efectivas dosis de efectos especiales, sumándole una narrativa a pura adrenalina que no hace más que dar lugar al entretenimiento a escalas crecientes. La historia nos remite a un agente de la DEA (Denzel Washington) y a un oficial de Inteligencia Naval (Mark Wahlberg), quienes roban un banco haciéndose de un motín de más de 43 millones de dólares. Ninguno de los dos conoce la verdadera identidad del otro, y entre desvíos y virajes, se ven envueltos entre distintos tipos pesados, todos en busca del efectivo y sin escrúpulos ni flexibilidades para obtenerlo.
LO MEJOR:Wahlberg y Washington, standing ovation para ambos. La química que tienen en el relato. Acción, excelentes gags. Musicalización. No para un minuto, entretiene. LO PEOR:determinaciones algo desorbitadas, algunas se pueden pasar por alto.
PUNTAJE:8,6