20 Consejos para viajar sola en avión con tu bebé

Por Amormaternal

Un tema que me aterraba, supongo que al igual que a muchas otras madres, es el tener que viajar sola con mi bebé, al menos las primeras veces. Una de nuestras lectoras en Facebook, nos ha pedido consejos al respecto, así que aquí van algunos, desde luego, si tienes algún otro que agregar, por favor déjanoslo en los comentarios.
  1. Si el niño que va a viajar en avión es lactante, conviene amamantarlo durante el despegue y el aterrizaje del avión. De esta manera podemos evitar que el cambio de presión atomosférica le cause dolor de oídos. En caso de que tome biberón (aunque no tengo experiencia personal al respecto), intuyo que la succión del tetero aliviaría también la presión de los oídos.
  2. Si amamantas a tu bebé, recuerda llevar discos absorbentes de lactancia suficientes para el trayecto del viaje +1 día, y al menos un cambio de sostén de lactancia y blusa por si llegaras a mancharte. Si utilizas lanolina ultrapura, recuerda llevarla también.
  3. Si el niño ya come otros alimentos, conviene llevarlos ya cocidos desde casa y envasados al vacío. Así nos aseguramos de tener comidas que le agradan a la mano, y evitamos una posible reacción sea alérgica o de malestar digestivo al darle alimentos que no hemos preparado nosotros mismos al bebé. Yo llevé risotto de verduras y compota de manzanas casera, envasada en contenedores que había esterilizado previamente, y que herví durante media hora luego de haber enroscado apretadamente sus tapas. Antes del viaje, sabiendo previamente su duración (más de 20 horas), preparé una tanda de risotto y compota, los envasé al vacío y los dejé a temperatura ambiente comprobando que duraban unas 30 horas en buen estado. Al estar al vacío, los alimentos envasados en recipientes estériles no se descomponen, aún sin refrigeración, pero conviene hacer una prueba antes del viaje para estar seguros.
  4. Llevar tantas cucharitas plásticas reutilizables como sea posible. Cada vez que sirvamos comida del frasco durante el vuelo, deberemos usar una cuchara limpia. Si introducimos una cuchara que hemos puesto anteriormente en la boca del bebé, se acelerará la descomposición de los alimentos, especialmente al dejarlos a temperatura ambiente. Así que podemos llevar, o pedir a la aeromoza un vasito limpio y servir allí la porción de comida que el bebé suele comer en una sentada, dándole de comer con otra cucharita, y reservando una limpia para servir más. Comento esto, porque utilicé recipientes que albergaban 2 a 3 porciones, para no llevar tantos envases. Las cucharitas eran reutilizables, y las secaba con una toalla de papel y guardaba en una bolsita de cierre hermético, para lavarlas todas en casa cuando llegara.
  5. Si el niño bebe agua y zumos, conviene llevarlos en botellas pequeñas desde casa. A pesar de la restricción de pasar líquidos por los controles aeroportuarios, suelen permitir pasar bebidas para el bebé.
  6. Lleva una botella de agua deportiva para mantenerte hidratada. Las madres lactantes solemos beber bastante agua, y en los aviones solemos deshidratarnos más que estando en tierra. Si llevas la botella llena, seguramente la beberás antes de subir al avión. En caso de que la lleves ya vacía, es mucho más cómodo pedirle a una azafata que nos la rellene, antes que pedir (micro) vasitos de agua cada 15 minutos o cuando necesites un sorbo. ¿Hace falta decir que lo mejor es evitar ingerir bebidas alcohólicas?
  7. Si te da hambre con frecuencia, empaca snacks sanos para picar entre horas, como por ejemplo frutos secos, galletitas, etc. Si tu bebé suele merendar algo transportable, llévalo contigo también. A veces, pasan muchas horas entre una comida de avión y otra, y nos da hambre entre horas, por lo que conviene tener a la mano algo para reponer energías.
  8. Lleva contigo un fular o algún otro portabebés ergonómico de fácil colocación. Una de las mayores preocupaciones que yo tenía (no se rían), era cómo ir al baño a bordo del avión. No estaba en lo absoluto dispuesta a seguir uno de los consejos que me dieron: "pero no te preocupes, deja al bebé en brazos de una aeromoza un momento, seguro que te lo cuidará bien", ni "le pides el favor al que tengas en el asiento de al lado que te lo cuide un momento". Así que, a mi parecer, la mejor manera de ir al baño, durante el vuelo y el resto del viaje es con el niño atado a la espalda. Cabrán los dos justitos en el lavabo, el niño estará a gusto y la mamá tranquila.
  9. Si tu bebé es menor de 1 año, es recomendable llevar el Maxi Cosi, de hecho, los asientos de seguridad para el automóvil se adaptan perfectamente al asiento de los aviones. En este caso toca, o bien consultar los asientos que quedan vacíos en el vuelo, o bien pagarle un boleto al bebé. Yo me sentía mucho más tranquila así, durante el despegue y el aterrizaje, que con el niño en el regazo, atado de un cinturoncito alrededor de la cintura que no lo protegía para nada en caso de turbulencias. Si llevas el Maxi Cosi, habrá que decidir si llevas o no el chasis del cochecito, o si sólo lo usarás como asiento de seguridad (llevándolo luego en la mano).
  10. Lleva juguetes pequeños, ligeros y divertidos, algunos familiares; pueden ser sus favoritos, y otros nuevos para que tarde más rato analizándolos ;)
  11. Recuerda empacar suficientes pañales, toallitas y cambios de ropa para el plazo entero del viaje + 1 día extra. Si sueles usar crema para la zona del pañal, pide una muestra en la farmacia, o procura trasvasar un poco en un recipiente pequeñito. Conviene que la ropa, de ser posible, coordine toda entre sí, para que si el bebé regurgita por ejemplo y mancha la camisa, no tener que cambiarle toda la ropa, y también para no tener que rebuscar dentro del bolso, sino saber que salga lo que salga, quedará bien con lo que aún lleva puesto :)
  12. Como decíamos antes, viajar en avión nos deshidrata, no sólo nos da ganas de beber más agua, sino que puede también resecarnos mucho la piel. Para ello lleva una crema hidratante pequeñita (puede ser una Nivea de lata, de las pequeñitas) y una barra de manteca de cacao para los labios. La crema te servirá tanto a ti, como al bebé por si llegan a sentir tirantez.
  13. Habla con la agencia de viaje, y busca la ruta más corta, y los trasbordos medianos. Toma en cuenta que si tienes un trasbordo con muy corto tiempo y tienes que llevar un bolso, el bebé, la maleta de mano, la cartera y posiblemente el Maxi Cosi, no podrás llegar en 10 minutos de un extremo de un aeropuerto (posiblemente desconocido, o recientemente renovado) al otro. Además, si el primer vuelo se llegara a retrasar un poco, teniendo un tiempo de escala mediano, dará tiempo de llegar calmadamente al vuelo de conexión. Conviene también que los vuelos transatlánticos, a poder ser, se elijan de noche, así tenemos más oportunidades de que los niños duerman algunas horas que si viajan de día y van con el horario desfasado.
  14. En caso de llevar cochecito y/o Maxi Cosi, habla con la aerolínea acerca de sus políticas sobre el tema. Es realmente horrible abordar un vuelo con un Maxi Cosi, bajo la promesa de que te entregarán tu chasis al bajar del primer avión y encontrarte con la sorpresa de que te lo entregan al bajar del segundo vuelo, que deberás llegar para abordar el vuelo de conexión con el Maxi Cosi, el niño, el bolso del bebé, tu maleta de mano, y tu cartera, ¿quién tiene 5 brazos?
  15. Intenta ir lo más ligera posible de equipaje (ya lo sé, es muy, muy difícil). Si te ves ahogada entre tantas cosas que cargar, habla con la aeromoza y pídele que llame al servicio de minusválidos, puede que haya una persona amable, dentro del personal de servicio del aeropuerto, que pueda acompañarte a tu puerta de embarque, llevando por ejemplo uno o dos de tus bolsos, mientras llevas a tu bebé.
  16. Procura que todas tus maletas, especialmente el equipaje de mano, sean de 4 ruedas, deslizan mucho más fácilmente por el suelo del aeropuerto y recargan menos los hombros al desplazarlos.
  17. Lleva tus documentos, los de tu bebé y tu dinero en un bolso de koala o riñonera debajo de tu ropa. Así si tienes que levantarte un momento, por ejemplo para ir al baño, sabiendo que (obviamente) no puedes llevarte tu bolso completo, al menos tienes lo más importante contigo. No es paranoia; el cansancio, los nervios, el llanto, pueden llevarnos a olvidar un bolso en algún sitio, y llevar los documentos encima es una gran ayuda.
  18. Empaca en un mismo estuche tu cepillo de dientes y pasta dental, el cepillo de dientes o dedal de silicona de tu bebé y su pasta dental (en caso de que sea mayor de 2 años), jabón pequeñito para tu bebé, crema hidratante, barra de labios, toallitas húmedas, una toalla de algodón para la cara, y cualquier medicamento que puedan necesitar.
  19. Habla con tu pediatra, pregúntale qué deberías llevar en caso de que tu bebé tenga fiebre o diarrea estando de viaje. Es posible, según el país al que viajes, que no existan los mismos medicamentos que conoces en tu lugar de residencia. Anota la dosis recomendada con un rotulador sobre el envase de cada medicamento.
  20. No está de más también investigar acerca de las vacunas recomendadas según la zona a la cual vayan a viajar. Algunos países exigen tener la vacuna de la fiebre amarilla, otros del tétanos, etc.
© Ariel Skelley/Blend Images/Corbis