Desde el año 2007 la ONU ha proclamado que cada 20 de febrero sea el Día Mundial de la Justicia Social. Pero es indudable que la Justicia Social debería ser una misión no sólo de instituciones como la ONU sino de todos.
Se necesitan de muchas acciones a todos los niveles para erradicar la pobreza y la desigualdad derivados de sistemas económicos que precisamente se sustentan en la desigualdad de muchos y la gestión de oportunidades para muy pocos.
En todos los países hay grupos altamente vulnerables que sin ayuda y solidaridad no podrán hacer frente a los retos de subsistencia a la que han sido relegados.
Todos quieren una convivencia pacífica y próspera en los lugares donde viven pero eso NO puede ser posible en medio de la desigualdad y aislamiento de esos grupos más vulnerables.
El sistema económico que adopta un estado tiene influencia directa en el sistema ecológico y en el sistema social, deben apoyarse los sistemas económicos que aporten bienestar social real.
Todavía existen muchos lugares y grupos de personas que aún no saben lo que significa el concepto de Justicia Social. El estado y grupos sociales más favorecidos los han tratado con cierto desdén tanto político como humano.
Todos podemos ser apáticos o sumarnos a la misión de una sociedad justa.
Cada día en que no se está trabajando por la Justicia Social es un día que colabora a conservar la desigualdad.
(20feb2020)
Por: Godofredo Oscós Flores
Lic. en Gestión Territorial