20 días recorriendo el Corazón de Europa por El Camino Español (1ª parte)

Por El Camino Español @elcaminoespanol

Recientemente nos llegó un e-mail solicitando información del Camino Español para unas vacaciones que tenían en mente un grupo de amigos: 20 días por el Camino Español en furgoneta. 20 días para recorrer en corazón de Europa siguiendo los pasos de los Tercios (... y que mala es la envidia... ¿verdad?).

En el e-mail nos indicaban algunas cosas más sobre el itinerario: La ida por la ruta del Duque de alba (la de 1567, la primera) y la vuelta por la de Nordlingen (la de 1634, la ultima). Nos pusimos manos a la obra porque en veinte dias se pueden ver muchas cosas. Sin ánimo de ser exhaustivo...

Milán es inicio y fin, al igual que lo fue para los miles y miles de los soldados de los Tercios, saliendo en formación del Castillo Sforcesco pasando por delante del impresionante Duomo camino de Pavía, la gloriosa ciudad con glorioso pasado. Allí donde los Tercios dieron otro paso de gigante para fraguar su leyenda y donde la "Mura Spagnole" todavía recuerda su presencia.

Estamos en Italia así que en algún momento hay que hacer los honores. Una Pizza en Asti (en la Pizzería Francese, por ejemplo) o un risotto, como quien dice en cualquier lado, para continuar la ruta para llegarse hasta hasta Turín.

Turín, antesala de los Alpes y tumba de Catalina Micaela, la a menudo olvidada hija de Felipe II, que siendo princesa hubo de casar con un Duque (de Saboya) para sostener El Camino Español. No penséis que fue plato de buen gusto... aunque finalmente terminó por enamorarse de él. Lo que a la postre acabó llevándosela a la tumba (diez hijos tuvo si bien no superó el décimo parto). Y mirad que le reconfortaba la visita periódica a la Sábana Santa (que también podéis visitar...) pero tanto fue el cántaro a la fuente ...

Para calmar el desasosiego y tomar fuerzas qué mejor que un pastel típico de Turín: el "zabaglione" (también Sanbajon). Una crema de la yema de huevo, azúcar y agua que toma su nombre de su inventor el valenciano (San) Pascual Baylón Yubero, cocinero ilustre y sacerdote de la parroquia de San Tommaso de Turín a finales del siglo XVI. 

Una pica en Flandes, de EDAF. Lo tienes disponible en la Tienda de El Camino Español

Luego ascender hasta el Paso de Mont-Cenis, con "vellaca subida y vellaco tiempo" que decían los Tercios por allá el 1567. En coche, claro, no es tan arduo y se puede admirar mejor el sentirte rodeado por el Parque Nacional de la Vanoise. Una delicia para los sentidos.

La magnífica vista desde las cumbres es difícil que deje indiferente a nadie (...imaginaos a los bisoños recién salidos de los campos llanos e infinitos de Castilla...) y luego el descenso que, con el transcurrir de kilómetros, va dejando atrás las cumbres para dar paso a las suaves lomas donde aparecen los viñedos...

Chambery (origen del nombre del barrio madrileño) es otra de esas paradas imprescindibles. Esta bella ciudad, en medio de dos Parques Naturales Regionales, era la capital de Ducado de Saboya. Allí casó Catalina Micaela (la de los diez hijos...) con Carlos Manuel de Saboya (Por segunda vez, porque la primera fue en Zaragoza) y sigue conservando el sabor de las ciudades que saben llevar con elegancia y distinción el paso de los siglos. Su centro histórico os encantará.

A muy poca distancia, el lago Bourget. Otra paradita casi obligada. Y sobretodo si el viaje transcurre en verano porque el baño se hace entonces imprescindible. Además la estampa es magnífica y ya puestos a mejorarla recomendamos encarecidamente atravesar el Mont du Chat (etapa durante unos años del Tour de Francia) por la carretera que asciende hasta su cima y no por el túnel. Las vistas desde la cumbre ... sin palabras. Da igual donde mires ... sin palabras.

Besançon es el siguiente otro punto de parada. "La vieille ville espagnole" que escribió Victor Hugo. Aunque antes os proponemos desviaros un poco hacia el Bosque de Chaud para atravesar sus más de quince kilómetros sin interrupción de bosque frondoso. Una delicia ... y nada habitual, en los tiempos que corren, tanto bosque junto.

En Besançon también hay muchas cosas que ver. Y algunas de ellas son de la época española, es decir de cuando el Franco-Condado perteneció a la corona española (que lo hizo durante casi dos siglos...). Como por ejemplo espectacular Fortaleza que se atribuye a Vauban pero que su diseño y construcción principal se llevó a cabo durante la época española  (donde se enarboló durante muchos años la bandera del Imperio Español, la Bandera de España Antigua que llamamos nosotros). Precisamente para protegerse de los franceses que andaban un tanto cansinos queriendo expandirse por territorios que no eran suyos.

Bandera de España Antigua enmarcada. La tienes disponible en la Tienda de El Camino Español

Mientras comprobamos con pena que en las guías locales se olvidaron de mencionar a los españoles en la construcción de la fortaleza podemos probar algunos de los quesos del Franco-Condado (el comté, el morbier, el más conocido emmental, el Mont-d'or o el azul de Gex, ...) que "las penas con pan son menos".

Y luego, Thionville y Luxemburgo. Luxemburgo, siempre leal, fue la única provincia de los Países Bajos Españoles que no se sublevó contra Felipe II en los aciagos tiempos en los que la muerte el Gobernador de Flandes, Luis de Recasens, produjo un vacío de poder que utilizó torticeramente Guillermo de Orange para soliviantar a los nobles contra su rey (al pueblo nadie le preguntó...). En Luxemburgo, además de una orografía impresionante, podréis encontrar huella española por doquier.

Dejamos Luxemburgo para adentrarnos en las Ardenas que es un paraíso para los deportes ( senderismo, bici, canoa, ...) en un entorno exhuberante de agua y bosque. Naturaleza pura. Nos dejamos, sin embargo, llevar hasta Namur, no sin antes hacer una parada técnica en Rochefort para probar una cerveza trapista (hecha en abadía) de cuando los Tercios. Namur, decíamos, necesita de otro sosegado paseo para deleitarse con sus plazas, con sus riveras o con su Ciudadela (de la época española para mas datos...).

Valonia, la región belga a la que pertenece todo el camino recorrido desde Luxemburgo, si bien un tanto desconocida, guarda secretos dignos de descubrir.

Después de Namur, Bruselas. Bruselas... Destino de muchos de los desvelos de la monarquía hispánica durante casi doscientos años y que era una pieza estratégica dentro del puzzle del siglo XVI y XVII. Estar y defender aquellos territorios permitió a los reyes hispánicos participar de la política de Europa durante casi dos siglos y con ello acelerar el desarrollo, en el Nuevo Mundo, de las comunicaciones, el comercio y de una cultura, mezcla de ambos mundos, sin injerencias externas (o con muchas menos). Pero esa es otra Historia ...

Si hay una ciudad en la actual Bélgica que tenga huella de la época española, esa es, sin duda, Bruselas. Pero como no sólo de construcciones vive el hombre, puede uno reconfortar el alma con cualquiera de las cientos de cervezas disponibles en cualquier bar para acompañar unas patatas (llevadas a centro-europa por los Tercios) fritas belgas. De postre un chocolate (llevado a Bélgica por Isabel Clara Eugenia, la otra hija de Felipe II) en sus diferentes formas y texturas, en todos los casos, deliciosos.

Teóricamente han transcurrido diez dias ... faltarían otros diez para recorrer el Camino Español de 1634 (Nordlingen) ... vamos a tomar un poco de aire antes de continuar porque queda mucho por ver ... Colonia, el Valle del Rhin, la Selva Negra, Nordlingen, Munich, Innsbruck, los Alpes más "Alpes", el Lago de Como ... madre mía qué gozada ...

El Camino Español