Caron Butler supone el principal atractivo de los renovados Mavericks pero hay un grandullón que empieza a destacar desde la pintura. Tal vez sea ésta la última oportunidad para el grandullón Brendan Haywood. Tras sus buenas maneras en la temporada 01-02, la de su debut en la NBA, siempre se ha esperado más de él. Su calidad como pívot defensivo ha ido consolidándose a lo largo de esos largos –valga la redundancia- años pasados en los Wizards pero su intermitencia y pobre participación en ataque no han sido buenos compañeros de trabajo. En su favor hay que decir que si tienes como compañeros a Jamison, Butler y Arenas, poco margen ofensivo te queda.
El traspaso a los Mavericks ha sido una bendición para el jugador. Más que su recuperación física tras la grave lesión sufrida la temporada pasada. La pasada madrugada del 22 de febrero conseguía capturar 20 rebotes por segunda vez en esta temporada, por segunda vez en su carrera. Ni en sus cuatro años en North Carolina, donde podía “abusar” más de su corpulencia, consiguió la doble doble figura en rebotes. En los Mavericks lo ha conseguido en su tercer partido. La llegada de Haywood culmina una tradición texana de buenos pívots defensivos. En los 80 fue James Donaldson y tras un periodo caótico de muchos años baldíos en el centro (Sean Rocks, Donald Hodge, Shawn Bradley, Eric Montross... y otros exotismos) llegó Dampier de desde California. Ahora aterriza Haywood, quien está sacando petróleo de los minutos que le deja la lesión de Dampier. Cuando estén los dos, formarán una gran muralla interior, bien alternándose o bien integrando una dupla de siete pies que se complementa con otro ocho mil, el de Nowitzki.
Cabe pensar que la motivación que encuentra en Dallas es totalmente diferente a la experimentada en la mayoría de temporadas como profesional. Hay jugadores que se estancan por falta de alicientes. Aquí los va a encontrar todos...y si se duerme ahí está Cuban para "atizarle".
Los Mavericks han perdido a un jugador -Howard- que parecía agotado en este proyecto y lo reemplazan por dos jugadores, Butler y Haywood, muy válidos para complicar la vida a unos Lakers que podrían llegar muy justos físicamente a los playoffs. De momento se adjudican por méritos propios la plaza de aspirante oficial a destronar a los glamurosos californianos.