¡Qué grande ha sido este 2013 para el cine! Grandes películas una tras otra y una gran variedad de géneros y estilos que se demuestra con la enorme e increíble heterogeneidad de los tops y balances anuales. La gran característica y virtud de los grandes largometrajes es que cada uno de ellos funciona a la perfección a su modo, en su forma. Tanto Gravity como La gran belleza ganan en su terreno y compararlas resulta, a mi juicio, realmente injusto. Este año ha dado séptimo arte de calidad para todos los paladares y aún quedándome grandes films de éste 2013 por descubrir podemos considerar el año que dejamos como magnífico. En éste repaso recordaremos la grandeza de éste pasado año centrándonos en sus obras de mayor calidad y obviando las decepciones y los peores filmes del año. Siempre es mejor recordar algo por aquello positivo que nos ha dejado.
A comienzos del año, más concretamente en enero, vi dos grandes directores jugándose el cuello con sendas obras arriesgadas. Paul Thomas Anderson arriesga con The master y dicta su nuevo camino en su cine, abandonándo definitivamente la forma tradicional de narrativa para adentrarse en las relaciones entre personajes, seres humanos, y en historias guiadas por las emociones de los mismos. Su último filme me deja deseoso de descubrir la prometedora continuación de su carrera que se vislumbra y de catar esa Inherent Vice que llegará éste mismo año. Lo mismo me sucede con el austriaco Michael Haneke, aunque en éste caso el último ejercicio cinematográfico del director podría verse como una versión "light" del mismo a fín de convertirse en la carne de Óscar que finalmente fue, me niego a aceptar dicha teoría. En entrevistas, Haneke habla de lo personal de esta película, habla de sus propios miedos. En su Amor prefiere horrorizar con sus más íntimas emociones y terrores en vez de atacar al espectador de manera directa con sus ideas. Sin duda, éste Amor es una de sus incontestables grandes obras.
Durante ese mismo mes llegó La noche más oscura donde Bigelow se erige como una directora madura capaz de representar con mano firme a uno de los personajes femeninos más interesantes que ha podido dar el año cinematográfico, así como dar una versión dura, sin miedo a las represalias, de los acontecimientos retratados. Observando Django Desencadenado resulta innegable reconocer, aún con mi amor/odio hacia Tarantino, el talento del director escribiendo sus guiones. Ésta obra cuenta además con un Di Caprio en estado de gracia pero también con pronunciados problemas de ritmo en ciertos momentos. Ese mismo problema acontece a Lincoln, aunque me declaro defensor de la obra, el ritmo y el final pesan mucho a la hora de valorar el conjunto final. Por lo demás estamos ante una gran interpretación del increíble Daniel Day-Lewis y un buen retrato de la figura histórica. El lado bueno de las cosas, por su parte, toma una premisa básica para crear un plantel de personajes tratados al más puro estilo de la comedia clásica estadounidense e interpretados con maestría que le sienta perfectamente. Por último en ese mes pude ver Bestias del sur salvaje me dejo frio con su aire transcendental impostado, El vuelo se queda en una gran escena de avión y un desarrollo deficiente y una abominable Movie 43, pese a su extenso y agraciado reparto coral.
En febrero tuvimos un Hitchcock insustancial y demasiado académico, la exitosa coproducción Mamá que demuestra los defectos más ridículos y tópicos de los que adolece el actual cine de terror, Las ventajas de ser un marginado una fantasía adolescente en la cual no puedo entrar y, con retraso, el aclamado drama Blue Valentine que falla a la hora de crear una relación de empatía personajes-espectador. Pero las sorpresas agradables llegaron de la mano de otros cuatro títulos: La chilena No que con una interesante puesta en escena y un gran y positivo mensaje consigue hacerte sentir parte del movimiento que relata. Searching for Sugar Man que es un documental que abrirá tu corazón y tu mente a la figura tan enigmática e interesante que es Rodriguez, y, sin duda, uno de los documentales del año. Siete psicópatas con un divertido guión resulta ser refrescante y con un humor negro que particularmente me gana. Y para finalizar el mes: Un asunto real, grandes interpretaciones para un drama histórico con un sorprendente ritmo que agarra al espectador en parte gracias a un apartado visual resplandeciente.
Con Marzo llegó Almodóvar. Su esperado regreso a la comedia en Los amantes pasajeros fue vapuleado por crítica y público, personalmente encuentro en ella una cinta entretenida y una curiosa alegoría de la situación actual española. La revisitación sangrienta de Hansel & Grettel fue un despropósito así como también lo fue la nueva versión de Anna Karenina con su ridícula, fría y distante puesta en escena. Pero este mes se ilumino con la presencia en cartelera de Harmony Korine y sus chicas, Spring breakers es una obra tan inmensa que no solamente plantea una crítica al vacío de la juventud que busca llenarse con fiestas, sino que también busca una explicación de porqué ocurre esto adentrándonos en los ideales pop y destruyéndolos para reinventarlos luego. Una película que representa como el cine es capaz de evolucionar de una manera increíble.
Abril fue un mes centrado en el terror desde dos visiones, una cómica con Memorias de un zombie adolescente constituyó una grata sorpresa y un verdadero cambio ante la visión clásica del muerto viviente. La otra cara de la moneda fue el remake de Posesión Infernal que con una premisa conocida consigue aterrorizarnos con un horror más clásico y gore. En mayo con El gran Gatsby pude ver como una película basada en un libro gigante puede independizarse del mismo para hacer una interesante propuesta que siento más como un placer culpable, pero placer al fin y al cabo, placer. The Lords of Salem demuestra el potencial de Rob Zombie acercándolo a un Kubrick desfasado, cuesta posicionarse ante tan compleja y disparatada obra pero, desde luego, es necesario y gratificante su visionado.
Junio resultó una decepción con el encuentro de dos grandes hitos de infancia el mismo fin de semana en El hombre de acero y Monstruos University. Mientras que la obra de Superman peca de intentar ser tan transcendental y como vacua resulta sin comprender los valores de la narrativa original, la película de Pixar se conforma con ser un producto complaciente para los fans de su predecesora pero careciente del espíritu de los grandes filmes de la compañía. Por suerte llegó la enorme vuelta de la saga firmada por Richard Linklater: Antes del anochecer consigue llevarnos otra vez con la pareja más carismática de todo el celuloide para participar en una conversación sobre la pareja y el futuro una vez la pasión se apaga. Valores, pensamientos y emociones se encuentran en la mejor película de la trilogía.
Julio y agosto comenzaron con Expediente Warren, The Purge y Guerra Mundial Z. James Wan hace, de nuevo, despliegue de un terror con aires infantiles que no termina de convencerme, aunque parece que soy la excepción que confirma la regla. The Purge parte de una premisa interesante que se malgasta y la película de zombies de Brad Pitt es un desastre estructural que sorprendentemente funciona con un ritmo muy ágil y siempre entretenido. Pacific Rim es un verdadero blockbuster del verano: sincero y puramente divertido, sin ninguna pretensión más que entretener con espectaculares batallas entre robots y monstruos gigantes. Con Juerga hasta el fin los amigos de Seth Rogen consiguen hacer un producto entretenido que supera las expectativas. Para terminar agosto la mejor entrega de la trilogía Paraíso de Ulrich Seidl, Paraíso:Fe retrata de forma crítica la relación entre una mujer extremadamente devota con Jesús y como el mundo la rechaza por ello. Una atmósfera malsana devora el film y demuestra como la fe puede ser destruida.
Septiembre llega con mala leche y con una historia de amor francesa. You're next rompe los tópicos del cine slasher para hacer una obra que funciona como parodia y como terror, una home invasión con una protagonista fuerte, que llega a las salas como un soplo de aire refrescante. Las brujas de Zugarramurdi comienza de una forma increíble para irse desinflado a medida que va avanzando y nos muestra un Mario Casas, rompiendo los tópicos creados alrededor de su figura, notable. La espuma de los días con la magia del cine de Gondry consigue hacer sentir metafóricamente como el amor puede enriquecer tu mundo o destruirlo, una obra tan bella y dolorosa como abstracta. Octubre llegó con la impresionante Gravity que nos demuestra que el cine es, y debe ser, una experiencia, Cuarón consigue darnos un emocionante viaje junto a Sandra Bullock en un espacio sobrecogedor y que quitara el aliento hasta al más valiente. Un verdadero portento visual y una clara demostración de que un blockbuster puede constituir algo muy grande. Histórica. La vida de Adèle cierra el mes mostrando un arriesgado romance que nos habla de la madurez y la búsqueda de nuestro verdadero yo así como la locura febril del primer amor. Pese a contar con un segundo capítulo inferior al primero, es una gran obra.
Personalmente, para mí, noviembre fue el mes más intenso. Pude disfrutar del SEFF, cuyas crónicas están disponibles en esta web: El último de los injustos es un acalorado debate entre dos grandes mentes por la apasionante búsqueda de la verdad, un documental titánico. Borgman demuestra ser un representante impoluto del humor más negro y capaz de poner en duda los ideales de una sociedad corrompida. Alabama Monroe posee un gran montaje que hace al espectador cómplice de la historia de amor de una pareja, retratando la belleza y el dolor de manera desgarradora. The Police Officer's Wife es un drama que evoluciona al terror haciendo imposible apartar la mirada de la pantalla, increíblemente dolorosa y tensa. Le Congrès es un retorcido y bello canto a la forma en la que consumimos el arte y de cómo ésta se transforma en mero consumo. Una crítica increíble al cine y a la evolución de la cultura. La gran belleza desgarra a la Italia actual, y supone un retrato crítico de una Roma y de unos personajes que viven en el pasado y buscan desesperadamente una forma de llenar su vacio.
En cines se estrenaba Jappeloup, un biopic que abandera la idea del esfuerzo y superación gracias al vinculo entre hombre y caballo. Frozen: El reino de hielo es a primera vista un cuento clásico de princesas Disney, pero nos sorprende con unas princesas fuertes capaces de sobrevivir por sí mismas a pesar de un comienzo contradictorio. La cabaña en el bosque, como ocurría en la obra de Disney, engaña con una primera parte que se desenvuelve por el terreno de los tópicos para, posteriormente, revolucionar el género de terror. Una verdadera delicia para los fans del género. Una cuestión de tiempo nos desvela una historia de amor pura que basa su narrativa en los personajes y sus relaciones, dejando de lado problemas para crear una trama más "dinámica". Un filme fresco y original pero, sobre todo, disfrutable.
Noviembre terminó con dos grandes títulos, la infravalorada Bienvenidos al fin del mundo y la impecable Solo Dios perdona. La última obra de Edgar Wright tiene como primera capa una divertida comedia, pero si profundizas en los temas que trata, descubres una película densa y sorprendentemente compleja. Rápidamente se pueden desarrollar textos sobre como habla de la maduración interior de una persona y de como alguien puede anclarse en el pasado así como también crea una metáfora sobre el alcoholismo bastante profunda. La controvertida creada por Refn es el mayor golpe que he visto de un director a sus nuevos fans. Con Drive llegaron nuevos amantes del director y con Solo Dios perdona abandonaron el barco. Una compleja obra de arte que con un apartado visual portentoso da un estudio sobre la lucha entre el bien y el mal, sin olvidar la idea de justicia. Una maravilla sensorial.
El año cinéfilo lo finalice con El Hobbit: La desolación de Smaug. Adoro la trilogía original y me gusta esta nueva trilogía, pero es innegable el bajón de calidad. Eso no impide que reulte un producto tan palomitero como disfrutable a lo cual no ayudan el estiramiento del material original y la implantación de fallidas nuevas tramas (horror con el triangulo amoroso). Con ello termina este gran 2013, pronto comenzara la temporada Oscars y nos llegaran obras como El lobo de Wall Street, La gran estafa americana o Frances Ha. El cine es un autentico regalo y cada año que pasa reafirma mi pasión por el séptimo arte. Comienzo el año con muchas ganas, bienvenido sea el 2014, y su cine.