El año no comenzó de la mejor manera. He tenido unos días horribles, tanto dentro como fuera de casa. Mi familia no se ha esmerado en hacer las cosas bien, y al parecer el mundo se ha puesto de acuerdo para evitar que las cosas resulten para mí. He leído a varias personas quejándose de estos primeros días, y a muchas otras respondiéndoles que de eso no depende que su año sea bueno o malo, más bien depende de cómo uno se enfrente a los hechos; pretendo enfrentarme de manera positiva, si es posible.
A veces quisiera ser un poco más frívolo. Me gustaría poder mantener mi enojo para con la gente, y no comenzar a preocuparme más de cómo se siente el resto que de cómo lo hago yo. No quiero dar en el gusto, nunca lo he hecho, pero últimamente es como si no pudiese evitarlo en algunos aspectos de mi vida.
Tengo muchas preocupaciones en mente, y lo que más me asusta de esto es que muy pocas son sobre mí y mi vida. Está muy claro que dejarme de lado no es sano, mental y emocionalmente hablando, pero también tengo claro que vivo en sociedad y que debo preocuparme aunque sea un poco del resto (resto es igual a núcleo familiar y amistoso). De un modo u otro lo que ocurra dentro de ese resto me afecta, quiéralo yo o no.
Absolutamente todos los humanos han tenido, tienen, y/o tendrán algún problema, algo que les preocupe, algo que los haga sentir incómodos; y hay cosas peores, en el mundo, que las que me tienen así, pero no puedo evitar mi realidad para vivir la de alguien más.
2014, sólo espero no decepcionarme, como casi siempre me ocurre con cosas y personas.