A mediados de los 80, el barrio californiano de Compton era uno de los lugares más peligrosos de Estados Unidos. Cuando un grupo de jóvenes convirtieron sus experiencias vitales en una música brutalmente sincera que se rebelaba contra la autoridad, le dieron voz a una generación silenciada. Siguiendo la meteórica trayectoria de N.W.A. (formado por Arabian Prince, DJ Yella, Dr. Dre, Eazy-E, Ice Cube y MC Ren), la película narra la historia de cómo estos chicos revolucionaron para siempre la música y la cultura popular al contar al mundo cómo era realmente la vida en el ghetto.
Connor, un chico de 15 años que vive en el Dublín de los años 80, se propone huir de su conflictivo hogar. Crea una banda musical y compone canciones que son una una forma de lucha.
El director John Carney, es esa clase de autores con un sello propio y que parece estar especializado en subgéneros cinematográficos concretos, si trasladamos aquí títulos como la envolvente Once (2006) y la muy correcta Begin again (2013) podemos deducir claramente que el irlandés se pirra por las películas "indies" que giran en torno a la música contemporánea.
En esta ocasión, con Sing street, el director se inclina por la misma fórmula que tanto reconocimiento le ha dado en sus anteriores films de corte musical. Nos trasladamos a una Irlanda azotada por la crisis de mediados de los años 80. (Sí amigos, los 80 de nuevo en tu puta cara)
En el año 2002, un reducido equipo de reporteros de investigación del Boston Globe destapó los escándalos de pederastia cometidos durante décadas por curas del estado de Massachussets. La publicación de estos hechos, que la archidiócesis de Boston intentó ocultar, sacudió a la Iglesia Católica como institución.
Spotlight es una película poderosamente rodada que centra su trama en la ardua y compleja investigación del grupo de periodistas que sacó a la luz el escándalo. Todo el metraje discurre entre despachos de redacción, largos pasillos de estanterías, bibliotecas iluminadas por flexos, sótanos atestados de documentos, Tribunales de Justicia, barras de bar donde se arrancan confesiones, escenas en busca de testimonios, entrevistas y pruebas de víctimas y verdugos.
El director Tom McCarthy, hace hincapié en mostrarnos la difícil tarea que supuso sacar toda esta historia a la opinión pública, nos zambulle de lleno en las entrañas del trabajo de investigación periodístico. El pulso narrativo es encomiable, digno de un buen thriller, no deja tregua al espectador que participa intrigado como silencioso testigo en la labor de los periodistas.
Michèle (Isabelle Huppert), exitosa ejecutiva de una empresa de videojuegos, busca venganza tras ser asaltada de forma violenta en su propia casa por un intruso. Desde LMD ya nos queremos adelantar a los académicos de Hollywood y pedir de manera enfermiza que le den un puto Óscar a esta mujer. Película sórdida que sólo el infravalorado Paul Verhoeven se atrevería a rodar.
Para Jack, un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre. Por la noche, mamá lo pone a dormir en el armario, por si viene el viejo Nick. La habitación es el hogar de Jack, mientras que para su madre es el cubículo donde lleva siete años encerrada, secuestrada desde los diecinueve años. Con gran tesón e ingenio, la joven ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable. Sin embargo, la curiosidad de Jack va en aumento, a la par que la desesperación de su madre, que sabe que la habitación no podrá contener ambas cosas por mucho más tiempo.
Año 1823. En las profundidades de la América salvaje, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo mestizo Hawk en una expedición de tramperos que recolecta pieles. Glass resulta gravemente herido por el ataque de un oso y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, a un invierno brutal y a la guerra constante entre las tribus de nativos americanos, en una búsqueda implacable para conseguir vengarse.
Señoras y señores, Iñárritu volvió a sacarse la chorra para mearse sobre nuestras cabezas, y digo, se meó sobre muestras cabezas, porque él está allí arriba, levitando sobre nosotros, con una sonrisa de autosuficencia, irradiando divinidad cinematográfica de autor autocomplaciente, está por encima del Bien y del Mal. Si os quedais un momento en silencio, puede que escuchéis el ego del mexicano creciendo y pidiendo más premios y alabanzas de la crítica internacional...
Lo cierto es que tenía ciertas reticencias de ver esta pelicula, en cierto modo, me la quería quitar de encima para opinar consecuentemente, los primeros dos minutos me hacían temerme lo peor, ¿Es posible que me encontrara ante una especie de película a lo Terrence Malick? Afortunadamente, después de otro par de minutos se disipan esas dudas, con ese memorable plano secuencia con el que arranca la cinta.
Centrándonos en los aspectos técnicos del film, la película de Iñárritu roza la perfección: Esos virtuosos planos secuencia, esa fotografía prodigiosa nutriéndose de la luz natural y del fuego, ese diseño de producción de tan bella factura. Las localizaciones enclavadas en Alaska, Canadá y la Patagonia argentina son espectaculares y evocadoras.FUERON Nº1:
2015: WHIPLASH (Damien Chazelle) 2014: EL LOBO DE WALL STREET (Martin Scorsese) 2013: 12 AÑOS DE ESCLAVITUD (Steve McQueen) 2012: THE YELLOW SEA (Na Hong-hin) 2011: DRIVE (Nicolas Winding Refn) 2010: EXIT THROUGH THE GIFT SHOP (Banksy) 2009: GRAN TORINO (Clint Eastwood)
Y hasta aquí todo el repaso al 2016, nos seguimos leyendo el año que viene donde intentaremos celebrar como se merece el 10º Aniversario de LMD. Seguiremos informando. Por un 2017 repletos de buenas escuchas musicales, lecturas, fotografías, películas, series y grandes viajes. (Esperemos)
¡¡Feliz año!! Una vez más, gracias por estar ahí. Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con Facebook