Dicho lo cual, solo me queda desearos un feliz año 2018. Es imposible que únicamente os vengan cosas buenas, por lo que espero que tengáis la fuerza y la valentía necesaria para afrontar las malas, y que disfrutéis al máximo los momentos dulces de la vida. Y que estos sean muchos y variados. Voy abriendo la botella de champán (que no me gusta nada, pero la ocasión lo requiere) para brindar por otro año de amistad bloggera. Así que a vosotros os dedico el primer puesto de "Lo más mejor", que os lo habéis ganado a pulso 😉
Y por orden de importancia, aquí lo que el 2017 dejó atrás:Cuando escribo (Una entrada sobre la manía de escribir)
Cuando escribo soy más yo. Me autodefino, me recorro a mí misma.Cuando escribo me busco explicación, me ayudo a entenderme, a arrojar luz sobre mis misterios. Pero también cuando escribo ilumino partes de mí que me perturban, me contradicen en mis dogmas y principios, me demuestran que a veces ni sé explicar lo que soy, lo que existe en mí...
El clítoris, ese gran desconocido (una entrada sobre esa pieza de la anatomía femenina tan olvidada)
Siempre me hizo gracia cómo los chavales (chicos), a la edad de pupitres y pizarras, parecían tener una obsesión con sus genitales considerable. Recuerdo las risitas, las frecuentes referencias implícitas y explícitas, los dibujos en las mesas de estudio. Los penes han sido siempre una fuente de constante atención, una excusa para las bromas, para los comentarios jocosos, para la adulación de los grandes y la socarronería de los pequeños...
"La senda del perdedor". Hasta otra, señor Bukowski (una entrada sobre mi primera cita con el escritor)
No conocía personalmente al señor Bukowski, pero me habían hablado tantas veces de él, que era casi como si lo conociese de toda la vida. Sus supuestas frases célebres, sus novelas y poemas, su personalidad macarra y su esencia decadente hacían de él una leyenda viviente. Así que me sentí un tanto nerviosa cuando quedé para citarme con él. Siempre que estás a punto de hablar por primera vez con una persona de la que sabes tanto aún sin haber mediado palabra con ella, te asaltan mil y un pensamientos sobre qué partes serán ciertas y cuáles no, si tus suposiciones se verán corroboradas o si te llevarás una desilusión al comprobar que poco de lo que decían era real...
El talento es lo de menos (una crítica a la mediocridad de nuestros días)
Enciendes la radio y a tus oídos llegan los últimos temazos superventas. Los Malumas reggeatoneros machistas se pelean con las ensiliconadas Nikics Minaj por el ser número 1. Pero, que no cunda el pánico, los siguientes aspirantes en la lista también pueden lograrlo, ya que la calidad de sus canciones nada tiene que envidiar a las exitosas porquerías que han llegado a lo más alto.Ante tus ojos aparecen también los bestsellers imprescindibles junto con el nombre del próximo "gran escritor del siglo XXI"...
Contradicciones (una entrada sobre:
esas mujeres que se enervan en voz alta contra el machismo un día, y al siguiente cuchichean sobre una por lo "puta", sobre aquella por lo "fresca" y sobre la otra por lo "zorra".
ciertos animalistas que se espantan ante el maltrato animal y la maldad humana, pero que no dudan en comportarse como "perros" con sus semejantes (puede que también animalistas, puede que no) cada vez que tienen la oportunidad.
muchos adeptos de dios que proclaman su moral religiosa a los cuatro vientos, van a misa los domingos y "luego el lunes son peor que Satanás", como rezaba aquella canción de Revolver.