En una cafetería de una universidad europea una estudiante tras tomar una bandeja con comida se dio cuenta que se había dejado los cubiertos. Dejó la bandeja en la mesa, fue a por ellos y al volver vio que un estudiante africano se había sentado y empezaba a comer de la bandeja. Analizando rápidamente la situación pensó que era posible que el africano estuviese en una situación precaria o que sus costumbres fuesen otras y encontrase normal apropiarse de la comida ajena.
No valía la pena montar una escena, así que se sentó frente al chico, todo sonrisa y empezó a picotear y compartir de forma natural la comida. El africano a su vez le sonreía y estuvieron un rato, pura cordialidad compartiendo la comida. Nuestra estudiante europea ya se estaba felicitando de su excelente comportamiento ético cuando al levantarse a por un café descubrió a unos metros su abrigo junto a su bandeja de comida intacta. Se había equivocado de mesa mientras el africano estaría pensando en ese momento "que locos están estos europeos" .
Verídica o no, podría ser perféctamente real y demostrar que la educación y el civismo no son patrimonio exclusivo de una parte de la humanidad.