Hoy 21 de junio se celebra como el día de la música, y como toca hablar de cine. Me gustaría dar un pequeño homenaje a los latidos, que cada día mueven un mundo entero.
¿Que hubiera sido de el cine sin esas grandes bandas sonoras? o mejor dicho. Al principio, cuando el cine era mudo, en las salas de teatros, un pianista a modo de ragtime amenizaba filmes que en esos días no superaban los 20 minutos de duración. Años más tarde, en la década de los años 20, aunque el cine siguiese siendo mudo, las producciones cinematográficas se harían con música de fondo, para dar animación a las secuencias. También decir que serían grandes orquestaciones las que daban sonido a un movimiento o pisada que quedaría muda de su sonido original para dar paso a una melodía
Poco a poco la música se haría totalmente imprescindible. El cine sonoro llega como un avance total en el futuro, y con el los grandes musicales. Este aparecería en la década de los años '30. Pero por excelencia, el primer film rodado bajo esta etiqueta fue The Broadway melody rodada en 1929, dirigida por Harry Beaumont. La película fue reconocida con un premio Oscar. Después grandes éxitos aparecerían en las grandes pantallas como, El mago de Oz '39. En los años '40 se pasaría a hacer coreografías llevando a la fama a grandes actores como Fred Astaire, Gene Kelly o Grace Kelly entre otros. Del cine también saldrían grandes estrellas musicales a la voz como Frank Sinatra, en el cine se refugio el rey del rock por excelencia Elvis Presley. Las grandes industrias cinematograficas tomarían su pulso para poder sacar grandes obras maestras como la de Mary Poppins de Disney, o musicales eternos como Siete novias para siete hermanos. Hasta que llego la década de los '60 con la ganadora de 10 oscars, West side story. Grandes títulos la predecirían como, Cabaret en 1972, con Liza Minelli Jesucristo Superstar en 1973, Grease en 1978 con unos jovencísimos John Travolta y Olivia Newton John.
Las producciones musicales quedarían muy mermadas debido a su poco interés comercial que en esos años, la década de los '80 dejarían en las taquillas, pese a producciones muy buenas como la de Fama de 1981, que daría paso a una serie de televisión o las secuelas de A nacido una estrella. Aún así, grandes directores del celuloide rindieron homenaje a grandes músicos, como Clint Eastwood con el film Bird. Relatando la vida del gran saxofonista Charle "Bird" Parker, protagonizada por Forest Whitaker, o los homenajes que siempre dio Woody Allen al mundo del Jazz a través de sus películas, con bandas sonoras inolvidables.
Tim Burton, rescata de los teatros el clásico Sweeney Todd, para llevarla al cine en el 2007.
En definitiva ¿que hubiera sido del cine, sin la melodía de sus canciones?