21 frases del ensayista crítico Italo-Argentino José Ingenieros

Giuseppe Ingegnieri, abril 24, 1877 - octubre 31, 1925, mejor conocido como José Ingenieros fue un representante destacado del pensamiento positivista. Ensayista crítico por excelencia, sus trabajos contribuyeron a abrir el diálogo sobre un sinnúmero de aspectos morales y éticos de la Argentina de principios del siglo XX.

entre sus obras fundamentales se destacan los ensayos sociológicos: El hombre mediocre, Al margen de la ciencia, Hacia una moral sin dogmas, Las fuerzas morales, y Evolución de las ideas argentina.

A continuación las frases de José Ingenieros

1. Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente.
2. La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.
3. Es un gran signo de mediocridad dijo Leibniz elogiar siempre moderadamente.
4. En la utopía de ayer, se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades.
5. La rutina es el hábito de renunciar a pensar.
6. No se nace joven, hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal, no se adquiere.
7. Sin ideales sería inconcebible el progreso.
8. Cuando las miserias morales asolan a un país, culpa es de todos los que por falta de cultura y de ideal no han sabido amarlo como patria: de todos los que vivieron de ella sin trabajar para ella.
9. Las ilusiones tienen tanto valor para dirigir la conducta, como las verdades más exactas.
10. Los hombres mediocres repiten que es mejor malo conocido que bueno por conocer.
11. El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios está viejo, irreparablemente. La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.
12. La verdad es la más temida de las fuerzas revolucionarias.
13. La costumbre de obedecer engendra una mentalidad doméstica.
14. Las creencias son los móviles de la actividad humana.
15. Hay miserables afanes de popularidad, más denigrantes que el servilismo.
16. Los únicos bienes intangibles son los que acumulamos en el cerebro y en el corazón; cuando ellos faltan ningún tesoro los sustituye.
17. Los hombres que no son mediocres nunca se obstinan en el error, ni traicionan a la verdad.
18. El mediocre aspira a confundirse en los que le rodean; el original tiende a diferenciarse de ellos. Mientras el uno se concreta a pensar con la cabeza de la sociedad, el otro aspira a pensar con la propia. En ello estriba la desconfianza que suele rodear a los caracteres originales: nada parece tan peligroso como un hombre que aspira a pensar con su cabeza.
19. Los prejuicios son creencias anteriores a la observación; los juicios, exactos o erróneos, son consecutivos a ella.
20. Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado.
21. La medida justa del hombre está en la duración de sus obras.