21 lunas (Para Eva, poemario)

Publicado el 17 enero 2015 por Leandromurciego

Cinco meses de dulces aprendizajes que ella sin saberlo me regala día a día.
Hoy, me ponía a pensar que para quien no ha tenido un hermano tener un hijo le vuelve a regalar a sus padres de alguna forma. Es que más allá de las diferencias y de los crecimientos que cada uno de ellos ha tenido, el contacto de los abuelos con los nietos es lo más cercano que tenemos para poder inferir como cada uno de nuestros padres fueron en aquel entonces con nosotros.

Cinco meses de risas y asombros,
de sueños sembrados a fuerza de besos,
de miradas que abrigan y que invitan al vuelo.
De improvisadas nanas, de tiempos sin tiempo.
Cinco meses de cosechar, día a día,
futuros de recuerdos,
de nacer y nacer de nuevo.

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