2156.- El final del Mundial

Por Siona @laboresenred
Sí. Ya ha acabado. Menos mal. Seguro que casi todas estamos contentísimas de que el dichoso Mundial de Fútbol haya acabado. 
En mi casa, el gran futbolero es mi hijo mediano. Pero, el padre, que siempre presumía de que no le gustaba el fútbol, ha cambiado para convertirse en un reconvertido pesado y cansino. Debe ser que todos los hombres llevan un futbolero dentro de sí y, antes o después, aparece. ¡Como un alien! ¡Qué horror!
Como tuvimos la boda de un familiar muy cercano en Cádiz, llegamos en el tren justo para ver la dichosa final.
La niña mayor y el pequeño se fueron a la cama. Yo les acompañé un ratito hasta el final del partido ya que, lo que me gusta ver es, cuando le dan la copa y todo ese rollo. Siempre me alegro mucho por el que gana pero, las imágenes de los perdedores llorando me dan mucha lástima, a la vez que me pregunto cómo alguien puede llorar con tanta desesperación sólo por haber perdido un Mundial de fútbol. ¡De fútbol! Vamos, ¡que no han perdido a un familiar querido! ¡Ni el techo que les cobija! ¡Ni el trabajo!
Total, que estaba con estos pensamientos medio dormida cuando me doy cuenta de lo más importante de toda la final. De los tres países que allí se congregaban, Argentina, Alemania y Brasil, los dirigentes son ¡mujeres! 

Imagen via Centinela.Mx


¡Aleluya!
¡Qué pena tan grande que no asistiera la presidenta de Argentina para semejante foto! 
¿Será que ya vamos cambiando de mentalidades? ¡No perderemos la esperanza de que, algún día, quizás para nuestras hijas, exista en el mundo la igualdad real! ¡No perderemos la fe en que algún día, la conciliación laboral será un hecho natural y no un problema para las empresas y las mujeres que quieren ser madres!
En España, hoy en día, existe un problema grave de natalidad. Las mujeres ya no tenemos hijos. (Bueno, yo he cumplido con tres) Es muy difícil en esta sociedad tener hijos y trabajar al mismo tiempo. Sólo puedes decidirte a sacrificar tu trabajo por tu maternidad, si la otra parte tiene un buen sueldo que os permite seguir viviendo. Si no, los sacrificados son los abuelos o los niños en guarderías interminables.
Pero da igual. Los dirigentes se lamentan pero no ayudan. No se dan cuenta que, el horario partido que impera en muchas de las empresas, es anacrónico e innecesario. Que las mentalidades de muchos y muchas frente a este tema, son anacrónicas e injustas.
¿Sería diferente en España si gobernara una mujer? ¿Tendría la suficiente sensibilidad femenina como para poner fin a todo este desagravio?
No lo tengo claro. Fue muy gratificante comprobar que las tres dirigentes eran mujeres pero no tengo claro que, el ser mujer sólo por el hecho de ser mujer, nos haga más sensibles a diversos temas.
Me temo que una vez que escalas a ese puesto, las hormonas masculinas se imponen frente a las femeninas ¡y a la porra la sensibilidad femenina!
Tú que crees, ¿es mejor y más justo un país sólo por el hecho de estar gobernado por una mujer?