La cita, y no digan que no se lo advertimos, estaba fijada desde hacía ya mucho tiempo. Figuraba marcado con mayúsculas en el calendario el final de la gira “Rodamos” en Madrid en la sala Joy Eslava el jueves 22 de abril de 2010, en un lugar más que adecuado para ofrecer conciertos. Un espacio a mitad de camino entre lo íntimo y multitudinario; algo que no se puede conseguir en ningún otro recinto de la capital.
Nos presentamos con tiempo en la sala, para conseguir situarnos en un lugar más o menos apañado. Pudimos conseguir primera fila, pero me contenté con mi zona habitual, hacia la izquierda del centro del escenario según miras al mismo y una 3ª fila en esta ocasión. El público terminó de abarrotar la sala, copando los distintos niveles que ofrece, aunque en esta ocasión la llegada fue escalonada y no había una gran cola haciendo guardia en las puertas de la sala.