este año sí he querido hacer balance al terminarlo, del de verdad, el que sirve para aprender, recalcular ruta y seguir.
y si de algo me he dado cuenta mientras lo hacía, es que 2022 ha sido un año de aprender, y parece que unas cuantas cosas, que iba a hacer la típica lista de 12, y al final he llegado a las 22 casi sin darme cuenta.
- A leer mucho y bien como hacía antes, es decir, bastante y de continuo, por costumbre. Y libros de verdad, que no solo de internet y blogs vive la neurona.
- A mantener en orden algunas zonas de mi casa. Es toda una hazaña personal, no solo haberlas ordenado, sino que meses después, sigan así. Y lo que es más, que en mi cabeza ya no las conciba de otra forma.
- A pisar la Feria vestida de flamenca. Que será una frivolidad, pero es que de eso también hay en la viña del señor y me apetecía, que ya tocaba.
- A conocer por dentro la música como aprendiz de sus notas, estructuras y entramados varios. He empezado un camino que voy a tratar de que dure, porque lo estoy disfrutando mucho.
- Que me gusta cuidarme comprándome cosas bonitas. Y no se trata de haber empezado a caprichos, solo he cambiado la forma de enfocar mis compras: ya no voy a por el jersey básico y clásico que combina bien con todo, ahora me compro el que me parece «especial», y que sé que encaja con lo que tengo en el armario y no será de una sola puesta. pero que cuando me lo pongo, aunque sea para bajar a los recados, me veo y me digo «olé yo».
- A sentir que no me quieren en el trabajo. Que no es más que otro caso de conciliación con reducción de jornada que molesta. De esto he aprendido, sigo aprendiendo, y me da que me queda por aprender una barbaridad. A muchos niveles. Tanto de mi como de lo que me rodea. Y por eso lo doy por bueno, porque sea cual sea el fin, y a pesar del proceso, me está sirviendo para muchas cosas (desde luego, muy alejadas de los objetivos de quienes me han situado ahí).
- A lidiar con las distintas maneras de vivir que tienen quienes me rodean, porque solo así puedo seguir disfrutando aunque lo que oiga o vea no sea todo lo de mi agrado que querría.
- A volver a ir a conciertos y teatros. No es que haya sido una asidua a los primero, sí más a los segundos. Y me ha encantado volver a ambos y ya he retomado la costumbre de consultar la cartelera a ver qué se puede hacer.
- Que se confirma que no hay que preocuparse, sino ocuparse. El movimiento se demuestra andando de toda la vida, y ya cada vez me afectan menos los comentarios de «hay que» con intención de hágase. Quien quiera peces, que se moje el culo.
- A planificarme con el calendario de google. Era de agenda de papel de toda la vida (que no de BuJo) hasta marzo de este año, donde un curso me descubrió la herramienta que realmente se ajusta a mis necesidades de constante replanificación. Poder agendarme todo dinámicamente y clasificarlo, igual desde el portátil que desde el móvil, me ha dado la vida.
- A editar libros, embarcándome en un pequeño curso online al que he dedicado algunas horas por las noches, y que me ha dado una perspectiva más del mundo de los libros, que tanto me gusta como lectora y como una que escribe a ratos.
- A distinguir lo que sí de lo que no, y a pensar tanto en cómo continuar con lo que sí, como en cómo cambiar eso que no.
- Que la lealtad es para muchos una lengua muerta
- A disfrutar de Disney como si fuera una niña. Un viaje que no pensé que me iba a divertir tanto (aunque mientras lo preparaba, ya me divertí), hasta que llegué allí, me puse las orejas de Mickey y me dejé llevar por la magia
- Que quiero seguir escribiendo, que me gusta, me satisface, me ayuda, me divierte y lo disfruto.
- Que los embarazos parecen cada vez más complicados de lograr.
- A comer bien, por fin puedo decirlo.
- Que cualquiera puede «hacer un podcast» o escribir «un libro». Y que igual yo podría ser cualquiera
- Que quiero que me cuiden. Lo necesito, como lo necesitamos todos, pero además lo deseo.
- A volver escuchar música, como antes, igual que con los libros, bastante y de continuo, por costumbre. Estoy volviendo a vivir muchos momentos, porque si algo tiene la música es que te hace viajar.
- Que el que la sigue, la consigue, Si no, de qué iba yo a tener una lista así este año.
- Decir que durante un año he aprendido veintidós cosas, puede ser decir mucho, o quizás poco. Y esto es una de las principales cosas que me ha enseñado este año: he aprendido a querer seguir aprendiendo mucho.
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