Las 52 selecciones nacional reconocidas por la FIFA (¡atención! cualquier organismo sirve para legitimar un país, quien sabe si en breve veremos jugar a las selecciones de Somaliland o Azawad) aspiran a conseguir una de las 5 plazas de acceso a la fase final de la copa del Mundo de Brasil 2014.
El tema es importante para esa nueva religión llamada futbol que en África se profesa con gran fe.
Estos últimos días ha habido partidos clasificatorios para la copa del Mundo a disputar en Brasil en 2014. Los águilas verdes de Mali dieron una alegria a su parroquia y derrotaron a Argelia por 2-1 pero se llevaron la gran desilusion por perder ante una cenicienta como Benin por 1-0. Marruecos y Costa de Márfil empataron a 2, y el gran duelo entre la campeona africana Zambia y la ordenada Ghana cayó del lado de los zambianos. La nueva Libia derrotó a Camerún. Aunque no estamos ni a la mitad de la clasificación, hay países que al ser primeros de grupo empiezan a soñar con llegar a la fase final: Túnez, Etiopía, Costa de Marfil, Sudan o Egipto aspiran a una de las plazas.
Por cierto, Mauritania ha declinado presentarse a la competición. Toda religión tiene agnósticos