Autor: Gerard Jugnot. Hoy nos vamos al cine, pero teniendo claro que previo al guión cinematográfico, hubo una gran novela que nos sorprendió, nos intrigó y acabo por conquistarnos completamente. Hablo de “El nombre de la rosa” de Umberto Eco.
Los que hayáis leído la novela ya sabréis que está ambientada en la Edad Media y que sus protagonistas son por un lado, el franciscano Guillermo de Baskerville y por otro su discípulo Adso de Melk. Ambos llegan a una abadía benedictina situada en los Alpes italianos y famosa por una impresionante biblioteca con estrictas normas de acceso.
Allí se suceden una serie de muertes que Guillermo y Adso intentan resolver, llegando a descubrir que todas ellas giran alrededor de la existencia de un libro ‘envenenado’, un libro que se creía perdido: el segundo volumen de la “Poética de Aristóteles” dedicado a la comedia, la risa y el humor como efectivos transmisores de la verdad.
La risa, es perseguida en la trama de la novela como arma destructora, capaz de subvertir los valores más sagrados y de trastornar al ser humano hasta hacerle olvidar el temor de Dios. Algo imposible de tolerar en aquella época.
Hoy en día, y sin llegar a los extremos del relato, hay personas que se visten de gravedad cada mañana y que pasean solemnemente por la vida, como si sonreír les restara trascendencia o importancia.
Son formas de entender la vida, de acuerdo, pero creo jamás se debería reprimir la risa y es más, pienso también que hay que tratar de buscarla o de forzarla incluso, cuando las ganas escasean y las razones para reír son infinitamente menores que los motivos para llorar.
Da grima pensar que hubiera alguien en un remoto tiempo o incluso quién sabe si ahora, que pueda considerar la risa como algo diabólico.
"Pero que ocurrirá si por culpa de este libro, los hombres doctos declaran que es permisible reírnos de todas las cosas. ¿Podemos reírnos de Dios? !El mundo desembocaría en el caos!" (“El nombre de la rosa”)
Reflexión final: Haz memoria de los días más felices de tu vida y dime en cuántos de ellos no te reíste. Pues eso…
*¿No hará falta que os recuerde que pinchar sobre la frase del día te lleva siempre a otro lugar?