Me gustan las piedras, son objetos sencillos que guardan mucha historia. ¿Cuantas personas se habrán propezado en ellas?. ¿En qué época se formaron sobre la faz de la tierra? .¿Cuantos litros de agua han navegado sobre ellas? Y ademas son elementos perfectos para decorar, sin artificio amontonadas con delicadeza unos sobre otras o cuidadosamente colocadas en una maceta.
Y hoy os traigo una manera preciosa de decorarlas y convertirlas en un pisapapeles, un tope de puerta o simplemente para decorar y que todo crafter querría tener en su hogar.
Vamos a necesitar para esta manualidad:
Una piedra limpia y grande
tijeras para tela
Retales de tela que nos sobraran de la costura
Cola blanca diluida al 50% en agua, una brocha, un cartón para no manchar la mesa (vale también un periódico viejo) y un alfiler.
Lo portero que vamos a hacer es juntar los retales d las distintas telas y con ayuda de un alfiler unirlas para que no se muevan. Y las cortamos en tiras de uno centímetro y medio.
A continuación cortamos cuadraditos de un centímetro y medio de p¡largo para obtener cuadrados idénticos y los ordenamos por colores.
Ahora extendemos sobre la superficie de la piedra una capara de la preparación de cola blanca y agua con la ayuda de la brocha pequeña.
Y vamos colocando despacio los trocitos de tela a modo de teselas, combinándolas a nuestro gusto.
De vez en cuando pintaremos con cuidado las donde se unen las piezas para evitar que se levanten.
También podemos cortar alguna de las piezas en triángulos para salvar las curvas de la piedra. O superponer las piezas para que queden irregulares, eso al gusto de cada uno.
Cuando este terminada la parte de arriba y los laterales, dejamos secar y damos la vuelta a la piedra colocándola sobre el cartón para evitar que se manche.
Repetimos la misma operación en la parte de abajo y cuando este terminado, le damos una capa ligera a toda la piedra de la preparación. De esta manera queda perfectamente pegado todo y le damos un refuerzo contra el uso y la suciedad.
Y tenemos la piedra lista para usar. Yo la voy a tener en el escritorio para sujetar papeles, pero también podría ser un regalo perfecto para un amante del patchwork, de las labores o de las telas. Recuerda que puedes hacerlo con las telas que quieras, combinándolas al gusto. Así que no tires ningún retal de las sesiones de costura, nunca se sabe en que piedra pueden terminar. Si quieres ver mas maneras de decorar una piedra, en mi blog Paseando Hilos tenemos alguna sugerencia mas.