envueltas por jacarandá
fotografiadas en corcho latas
y en frutas disecadas.
Vendo almas
que le sonríen a la gente
para que enfoquen sus lentes
en sus cuerpos de pendientes.
Vendo almas
que invento en la madrugada
dibujando sus alas
para volar por las faldas.
Vendo almas
para aquellas que ya la vendieron
o quizá la perdieron
en la alfombra de concreto.