En 1989, Torres lanza al mercado su línea Atrium, nombre que tiene su origen el atrium de las domus romanas, habitación de uso común que hacía las veces de recibidor. El primer vino de esta gama presentado por Torres fue el Merlot, ya completamente implantado en el mercado. Posteriormente, la línea aumenta con el lanzamiento del Chardonnay, y se completa con la salida al mercado del Cabernet Sauvignon. La intención de Torres es presentar al mercado una línea de vinos más jóvenes y frescos en los que resalten las notas frutales.
Aprovechando mi estancia en Barcelona, en un fallido intento de viaje a Atenas, me hice con un pack formado por dos terceras partes de esta línea, el Chardonnay y el Cabernet Sauvignon.
El Atrium Chardonnay 2009 (DO Penedés, blanco parcialmente fermentado y criado en barrica; 85% Chardonnay y 15% Parellada; Torres) viste un color amarillo dorado pálido, brillante, con reflejos verdosos, muy bonito. La nariz tiene una intensidad media, siendo agradable, franca, con pera madura, manzana reineta, notas de hierba fresca y tenue fondo amielado. En boca se muestra agradable, fresco, seco, muy frutal, algo graso, amargoso, quizá algo falto de acidez, no muy largo. Un vino fresco, afrutado y muy agradable de beber.
La otra mitad del pack, Atrium Cabernet Sauvignon 2007 (DO Penedés, tinto con crianza; 85% Cabernet sauvignon, 15% Tempranillo, Torres) es un vino de color picota oscuro, con capa media alta y ribete rubí. Nos muestra una nariz de intensidad media, agradable, elegante, siendo algo licoroso, con fruta negra, especias, alguna nota mentolada y un fondo de maderas elegantes. El paso por boca es agradable, seco, sin mucho cuerpo, frutal, sedoso y de duración media. Bien integrado, sencillo y bebible.
Dos vinos asequibles, agradables de beber y de los que apetece más de una copa. Habrá que probar el Merlot.