La zanahoria es una hortaliza muy interesante desde el punto de vista nutricional, debido a su alto contenido en minerales y vitaminas. Su contenido en carbohidratos también es superior al de otras hortalizas. Podemos destacar la presencia de carotenos como el beta-caroteno o pro-vitamina A, de propiedades antioxidantes que se transforma en vitamina A, que es la que nos ayuda a ver mejor. Es fuente de vitamina E y de vitaminas del grupo B como los folatos y la niacina (B3). Destaca su aporte de potasio y cantidades discretas de fósforo, magnesio, yodo y calcio.
Además de para mejorar la visión, la zanahoria siempre ha sido nuestra aliada a la hora de preparar la piel de cara a broncearnos en verano de una manera sana. No olvidéis que esto nos nutre y broncea desde dentro, ¡nunca dejéis de proteger vuestra piel por fuera! Mucha hidratación y una buena protección son vitales para conservar la salud y juventud de nuestra piel.
Hay muchas recetas con zanahorias, tanto para invierno como para el fresco del verano. Es una de las hortalizas más versátiles, ya que la podemos tomar cruda, cocida, frita, al vapor y cocinada en sopas, guisos, ensaladas, pasteles, comida para bebés e incluso para nuestras mascotas.
El zumo de zanahoria, naranja y limón es una refrescante opción para el verano. Para ellos lavamos bien un par de zanahorias y las licuamos, añadimos el zumo de una naranja, el de un limón y medio litro de agua. Si os gusta así, perfecto, pero también podéis endulzarlo. Este zumo también se recomienza en dietas adelgazantes.
Un aperitivo entre horas muy sano, para grandes y pequeños, son lo que los modernos llaman crudités y que... bueno, son palitos o bastoncillos de zanahoria. En mi caso, puestos a poner un aperitivo visual y bonito, lo uso en muchas ocasiones como guarnición en crudo, cortando las rodajas con un pequeño cortador en forma de flor. Es la mejor opción para matar el gusanillo (y una ayuda estupenda para mojar salsa de yogurt con hierbabuena, cilantro y un poco de limón y sal o bien con hummus)
De cara al verano, porque estamos hablando de prepararnos para el sol, también encontramos cremas frías de zanahoria como la que tenemos a continuación. Que nuestras sopas frías no se limiten al gazpacho.
Me encantan las recetas para hacer comer verduras a los críos, esta es muy aparente, una crema o paté de zanahoria y curry (no picante, recordemos que el curry es una mezcla de especias y éstas no tienen porqué ser picantes)
Los siguientes muffins de zanahoria y cilantro pueden hacer las veces de merienda sana y de guarnición para algún plato de carne, junto a alguna ensalada. Llamativa y esponjosa combinación de verdura y semillas.
Me encantan las croquetas, son algo que realmente me parece una golosina que se puede rellenar prácticamente de cualquier cosa. Y por supuesto, no van a ser menos las zanahorias. Hay multitud de versiones, con zanahoria, con zanahoria y queso, zanahoria-queso-york... Os presento una de ellas, luego es cuestión de seleccionar la que más os llame... o improvisar una nueva creación.
Terminemos esta tormenta de ideas con un postre dulce y supervitaminado, un clásico que muchos odian (por el coco) y otros muchos recubren de chocolate. Las bolitas de zanahoria y coco. Son pura sencillez, zanahoria (cocida) y coco rallados aglutinados con una proporción de leche condensada, rebozados en coco, azúcar glás o el susodicho chocolate.
Os voy a decir una verdad innegable: a mi siempre me han encantando crudas y crujientes, a bocados y siempre me recuerdan la misma frase... ¿Qué hay de nuevo, viejo?
¡Zanahorias al poder!
¡¡Que aproveche!!