Descartada la idea de llevar lo necesario por vía terrestre mediante un convoy protegido por militares, lo que habría desatado otra guerra, los aliados occidentales decidieron romper el bloqueo mediante un puente aéreo. La medida era arriesgada, pero surtió efecto. Durante varios meses, cientos de vuelos cada día burlaron el bloqueo llevando a la zona occidental miles de toneladas diarias de los bienes necesarios.
El riesgo era considerable porque al sobrevolar zona comunista podría haber sido derribado alguno de los aviones aliados. Los rusos desistieron de intervenir y el 12 de mayo de 1949 levantaron el bloqueo.