-¡Ana María, despierta!
El príncipe se quedó contemplándola. Era guapa, el pelo negro, los ojos grandes, la boca carnosa. Luego la sacudió suavemente, por un hombro.
Insistió: -Vamos, mujer, que ya es hora.
Ana María, solo después de un rato, empezó a moverse. Primero movió un dedo, luego una ceja, luego entreabrió un ojo.
Les juro que el hecho de que el pregón del Día Internacional de la Biblioteca de este 2014 (que celebramos hoy, 24 de octubre) tenga que ver con un personaje durmiente, no tiene nada que ver con la última (¿o debería decir ya penúltima, pues hay otras en marcha?) aventura en la que me he embarcado, que se titula STENDHAL y que invito a todos a que disfruten desde su propio rinconcito de Internet.
Feliz día de la biblioteca a tod@s!