La ONU merece tener su día mundial, porque: «Las Naciones Unidas trabajan para la gran familia de 7.000 millones de
seres humanos y cuidan de la Tierra, que es nuestro único hogar» (Mensaje del Secretario General Ban
Ki-moon con ocasión del Día de las Naciones Unidas 2015). 7.000 Millones, el
capital humano del planeta, y por consiguiente también el día mundial del
capital humano.En 1971, la Asamblea General de Naciones Unidas recomendó
que el día se observe por los Estados miembros como un día festivo. Pero estos Estados
hasta ahora no han hecho caso. Consideran que ya tenemos muchas fiestas y
estamos todavía en crisis, por mucho que se diga que vamos mejor. Este año sin embargo sí es
fiesta, porque cae un sábado.Este año será un día muy especial, porque se celebra el 70 aniversario de la entrada en vigor en 1945 de la Carta de las
Naciones Unidas. Si se sigue la costumbre, los monumentos emblemáticos,
edificios, estatuas, puentes y otros lugares de interés en todo el mundo se
iluminarán en azul como parte de una nueva y emocionante campaña mundial que
desea unir a los ciudadanos de todo el mundo en la promoción de un mensaje en
favor de la paz, el desarrollo y los derechos humanos. Con el lema: «Pinta el mundo con el azul de la ONU» (Nuestro Planeta Azul - Foto de la NASA)Azul es el color del cielo cuando está despejado y se
refleja en los océanos, dando nombre a nuestro Planeta Azul que alimenta a los
seres vivos y por lo tanto que hay que cuidar.En su mensaje Ban Kimoon dice, entre otras cosas:La enseña nacional es
símbolo de orgullo y patriotismo en todos los países del mundo. Pero, entre
todas las banderas, solo hay una que nos pertenece a todos. Es la bandera azul
de las Naciones Unidas, que fue para mí un estandarte de esperanza cuando era
niño durante la guerra de Corea. (Yo
era un niño que sufrió la II Guerra Mundial. Tenía 10 años cuando terminó en
1945, el año de la Carta de las Naciones Unidas)Las Naciones Unidas
defienden los derechos humanos de todas las personas, sea cual sea su raza,
religión, nacionalidad, género u orientación sexual. (Y también sea cual sea su edad: los
mayores, los adultos y sobre todo los jóvenes, sin los cuales no hay futuro)El mundo se enfrenta a
múltiples crisis y los límites de la acción internacional colectiva son, por
desgracia, más que evidentes. Sin embargo, ningún país u organización puede
abordar en solitario los desafíos de nuestra época.Los valores eternos de
la Carta de las Naciones Unidas deben seguir siendo nuestra guía. Tenemos el
deber compartido de «unir nuestras fuerzas» para servir a «nosotros los
pueblos».Y a nuestro
Capital Humano y a nuestro Planeta Azul.