Por supuesto, mil rincones más quedan para dibujar Madrid, más y menos escondidos. En otra ocasión, nos animaremos con rincones poco populares de la ciudad y que también nos encantan.
La esencia de Madrid se podría dibujar en unos churros mojados en una taza de chocolate de la Chocolateria San Gines, o en un cocidito madrileño. Podría dibujarse en tapas, vermuts y cervezas, o en la noche inquieta madrileña, en una boca de Metro llena de gente que entra y sale, o la Castellana con coches y semáforos en un baile incesante. Podría dibujarse con imágenes de los diferentes barrios, con fuertes contrastes entre ellos, Lavapiés y Salamanca, por ejemplo, pero en los que hay hueco para todos. Pero vamos a intentar dibujar, con algunas calles o edificios emblemáticos, el perfil de esta loca, agobiante y a la vez acogedora ciudad. Nuestra ciudad y la de todos aquellos que nazcan, vivan o la visiten… Empezamos.
La Plaza Mayor
El corazón de la ciudad, en sus inicios era la Plaza del Arrabal, y estaba al otro lado de la muralla ¿Quién lo iba a decir? Un día le dedicaremos una entrada, su Historia lo merece y nos parece super interesante. Mientras tanto, la dejamos aquí, como un clásico madrileño, con su estatua de Felipe III a caballo en el centro y esa arquitectura que para nosotros la convierte en una preciosa Plaza Mayor, rodeada de arcos y los balcones típicos de la arquitectura madrileña.
En Navidad con sus puestos de decoración navideña, en el resto de fechas con actuaciones callejeras, con artistas que hacen caricaturas y barquilleros… De hecho si queréis conocer un poco cómo es Madrid en Navidad, aquí os lo contamos.
Cuchilleros y su arco
Esta calle tiene algo que nos atrapa, si estás en la Plaza Mayor, sal por el Arco de Cuchilleros y pasea por la Cava de San Miguel, esa calle curva de fachadas curiosas y desiguales que crecen de forma desproporcionadas hacia arriba. Y luego piensa que esa calle, que parece de una pequeña ciudad, está en el centro de Madrid, ese lugar del que mucha gente habla como si fuera una urbe impersonal.
Ahí encontrarás el Madrid con Historia y un encanto especial. En esta calle, entre otros restaurantes, se encuentra el que se considera más antiguo del mundo, Restaurante Botín. Y también podrás llegar al único mercado de Madrid que queda con estructura de hierro, el Mercado de San Miguel.
La Latina, la Cava Baja y el tapeo
A pocos metros de Cuchilleros, en pleno centro de la ciudad en la actualidad este barrio cuenta con muchísima vida, teatros, bares… Es un barrio con Historia, lleno de edificios del pasado. Aquí podemos encontrar la Plaza de la Paja o la Plaza de la Cebada y entre sus calles conviven antiguos comercios con otros renovados, contrastes sin fin.
La Cava Baja, en esta calle se convierte en uno de entre otros tantos lugares donde se extienden los vinos y las tapas. Quizá si algo alberga esta calle tan popular es que tiene este carácter por tradición. Desde años y años atrás, aquí se han ubicado tabernas y bares.
Los de la actualidad, muchos han perdido su solera y son locales nuevos o renovados, pero sin duda esta es una calle clásica de la ciudad.
La Plaza de la Paja
En esta entrada os hablábamos de ella y aí podréis encontrar parte de su historia. Si os acercáis llegaréis al Madrid medieval, a una plaza en pendiente donde poderos sentar y ver como cae la luz en el tortuoso centro de la ciudad. Un lugar sencillo, pero para nosotros con mucho encanto.
La Plaza de la Villa
Esta plaza conforma el conjunto medievo más auténtico de la ciudad. Una plaza peatonal donde se encuentra la antigua sede del Ayuntamiento de Madrid, la Casa de la Villa, que forma un precioso enclave junto con el Palacio del Cardenal Cisneros. Para nosotros un rincón que te traslada muchos siglos atrás en el corazón de la ciudad
La Puerta del Sol
Ese lugar al que llegan muchos turistas extranjeros buscando una puerta, cuando lo que se encuentran es una plaza. Una plaza extraña que por sus dimensiones y arquitectura no es homogénea. En ella, el reloj universal que toca sus cuartos y 12 campanadas en el momento de cambio de año. A los pies de éste, el km 0 del país, donde casi todos quieren hacerse una foto con un pie en la placa que lo señala. En un lateral, el símbolo de Madrid, la escultura del Oso (osa) y el Madroño, que ha sido cambiado de ubicación en varias ocasiones.
Y no podemos dejar de nombrar el popular cartel de Tio Pepe, que tras muchos años contribuyendo a la decoración de la plaza, fue quitado y, de nuevo, recientemente vuelto a poner.La Puerta del Sol es ese lugar al que llegan reivindicaciones, llega turismo y desde donde sale una red de calles comerciales donde da igual el día que vayas, siempre hay muchísima gente.
Gran Vía
Todavía no conocemos a nadie que nos haya dicho que esta calle les haya decepcionado. Gran vía es una calle que te atrapa, es tan bonita. Construída a principios del s.XX, su arquitectura hipnotiza. Finaliza en Plaza España, donde podréis encontrar la escultura del Quijote.
Conocida esta calle por sus teatros y cines, aunque en los últimos años, lamentablemente, éstos hayan ido cerrando.
Actualmente, es una calle principalmente comercial, en la que merece la pena, a parte de pasear, detenerse a observar los detalles de sus edificios. No olvides parar en Callao y mirar al edificio Capitol y su famoso luminoso de Schweppes.
Plaza de Cibeles
La Diosa Cibeles preside esta plaza montada en su carro tirado por dos leones. Esta plaza cuenta además con varios edificios emblemáticos que la rodean.
El precioso Palacio de Correos (Palacio de Comunicaciones) que actualmente alberga el ayuntamiento de Madrid, y al cual se puede acceder para ver algunas exposiciones, ir a su restaurante con terraza o subir a su mirador que ofrece unas bonitas vistas (aquí os lo contamos con más detalle).
La Puerta de Alcalá
Ya lo cantaban Ana Belén y Víctor Manuel, “Miralá, miralá, la Puerta de Alcalá” y allá que vamos todos a mirarla. La podéis encontrar en el centro de la Plaza de la Independencia.
Esta puerta era una de las que daba acceso a la ciudad, mandada construir por Carlos III para sustituir a otra anterior. Se ha convertido en una de las imágenes típicas de la ciudad. Su nombre viene de que era una puerta que se encontraba camino de Alcalá de Henares.
En la Plaza de la Independencia encontraréis uno de los accesos al Parque de El Retiro.
Parque de El Retiro
Después de la Casa de Campo, este parque es el gran pulmón de la ciudad y el parque por excelencia de la misma. Tenemos pendiente realizar una entrada sobre este lugar, un espacio de relajación para habitantes y turistas.
Un lugar para patinar, pasear, ver títeres, dar un paseo en barca por su precioso estanque y, cómo no, acercarse al Palacio de Cristal, un edificio precioso que regala una bonita postal con su lago enfrente.
Paseo del Prado y Milla de los Museos
En el Paseo del Prado se abre el Madrid de los Museos. Caminar por el propio paseo de árboles infinitos y esculturas y fuentes románticas te va dejando joyas a sus lados, como el Museo del Prado, El Museo Thyssen Bornezzmisa o el Reina Sofía, sin olvidar Caixa Forum.
Al final del Paseo del Prado llegaréis a la Glorieta del Emperador Carlos V, con la Estación de Atocha.
La Estación de Atocha
Una estación siempre es un lugar que tiene algo mágico. En Madrid hay varias estaciones de tren, la estación de Atocha es una de las puertas de entrada más populares.
Una estación que se ha visto obligada a ampliarse con el desarrollo de líneas como la alta velocidad, el cercanías y demás y, con ello, el edificio original se vió remodelado, manteniendo su estructura e instalando en su interior, donde se encontraban las vías, un jardín tropical con numerosas especies y algún estanque que ha conformado un lugar muy visitado.
Si queréis ver los siguientes 12 puntos de nuestra lista, mañana os los traeremos ¡No os los perdáis, quedan lugares muy bonitos y curiosos por descubrir de Madrid!
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