En este cuarto de siglo me he dedicado a aprender... He aprendido de todo un poco, lengua, matemáticas, a montar en bici, a utilizar un ordenador, y sobre todo, he aprendido a volar, aunque ni siquiera eso es de lo que más orgulloso me siento.
Me siento orgulloso de haber aprendido todo eso que no se enseña en los libros, que no requiere de examen ni notas, de eso que te da un poco la vida, ese sexto sentido, de saber tratar a las personas y de cómo tratar a las personas. De ser espabilado, de luchar con fuerza por lo que quieres, de superar mis miedos y barreras.
¿Lo mejor de todo?
Que sigo aprendiendo, que sigue habiendo retos, cosas divertidas por hacer, lugares que conocer, objetivos por cumplir.
Hace unos días cumplía 25 años, y una de las cosas que se me venía constantemente a la cabeza era... Empiezo a tener problemas de adulto, mis problemas hace diez años, con 15, eran básicamente, me han echado de clase, el profe me tiene manía, tengo que aprobar el próximo examen, esta chica no me quiere, los amigos...
Algunos de los problemas de antes, siguen, o mejor dicho, evolucionan. Te miras al espejo, y ves la misma mirada que hace 10 años, que hace 20, sigues siendo tú...ahora con algo de barba, con alguna cana esporádica, con algo de entradas...pero ahí sigue el niño que miraba al cielo desde su terraza y veía aterrizar a los aviones en Barajas.
Me siento orgulloso de quién soy y de cómo soy. Me llamo Adrián, tengo 25 años, soy piloto y quiero vivir pilotando aviones. Lo conseguiré.
Buenos y felices vuelos! Yo estos días "ruedo" estoy aprendiendo a montar en esos patines.