2595.- Alimentando bebés (III): Baby led weaning (BLW) o alimentación guiada por el bebé

Por Siona @laboresenred
Hace ya un año hablamos en Labores en Red sobre lactancia y sobre alternativas no comerciales a las papillas, pero ¡los niños crecen y evolucionan! Llega un momento, pasados los seis meses, que toca comenzar con la alimentación complementaria, introducir nuevos alimentos y texturas y, los más osados, se atreven con sus primeros sólidos. También empiezan a querer comer lo mismo que sus padres, si es que tienen la oportunidad incluso meten mano en los platos ajenos porque, ¿no os ha pasado al ir a un restaurante que, pidas lo que pidas, lo de los demás tiene mejor pinta? Pues para los pequeños de la casa debe ser algo igual. Es el momento de probarlo todo y el baby led weaning (BLW), o alimentación guiada por el bebé, es un método que "revoluciona" la costumbre de cebar a nuestros pequeños con triturados, ofreciendo trozos que sean de fácil agarre y suave mordida, aptos para sus paladares a estrenar. Se trata, no sólo de que coman, sino de que descubran el mundo que les rodea, de que chupen, muerdan, escupan y espachurren a placer. Un pequeño detalle final antes de empezar con consejos y maneras de presentar: aunque el nombre en inglés despiste, comer trocitos no es nada nuevo, ya que antes de inventar la batidora estaba a la orden del día. De modo que, ¡fuera aprensión y miedos!

¡Atender a las señales! (vía ¡Mamá, déjame experimentar!)


Lo primero que hay que hacer es informarse, en qué consiste el método, cuáles son las señales a tener en cuenta, qué hacer en caso de atragantamiento...

Libro de referencia en inglés, resumido (vía Baby Led Weaning)


La literatura más básica para animarse a seguir este método está toda en español, los libros siguientes te ayudarán a aclarar conceptos:
- Mi niño no me come. Dr. Carlos González (pediatra)- Se me hace bola. Julio Basulto ( dietista-nutricionista)- El Niño ya come solo. Gill Rapley
En esencia, tenemos que atender a que el bebé pierda el reflejo de estrusión (que no escupa automáticamente todo lo que le entra en la boca), que muestre interés por los alimentos (es fácil cuando comemos todos juntos en familia), que sea capaz de llevarse comida a la boca (coordina boca mano perfectamente) y además se mantiene erguido por si mismo... ¡ya está listo para empezar a probar cosas!

Comer juntos es una de las claves del éxito (vía Para Nara)


El hecho de comer juntos, con el bebé sentado en el regazo, es una oportunidad dorada para que empiece a echar mano a lo que ve en la mesa. Hay que tener en cuenta todo lo que no debe comer durante su primer año de vida: evitar la sal, el azúcar, las cosas redonditas y duras como frutos secos, o que se partan y queden en trozos que puedan provocar un atragantamiento... Algo tan básico como comer todos juntos y llevar una dieta saludable, con muchas verduras y frutas, más la carne magra necesaria para conseguir el aporte de hierro que pudiera echar en falta el bebé a partir de los 6 meses, debería convertirse en un hábito alimenticio. Comer y compartir comida con un bebé es un momento maravilloso para adquirir esa sana costumbre toda la familia. Os aseguro que funciona como dieta, porque desde que como "como un bebé", no en cantidad sino en calidad, yo misma he perdido peso y volumen sin esfuerzo alguno y sin darme apenas cuenta. Razón de más para continuar así el resto de nuestra vida. El beneficio está asegurado.
Es de máxima importancia mantener vigilado al bebé mientras come solo. No es necesario mirarle fijamente porque eso incomoda (aunque sea un bebé y creas que no se entera), interesa estar pendiente de si se atraganta o se ahoga, animarle a toser si es necesario y, sobre todo, asegurarse de estar preparado para cualquier situación y no perder los nervios con cualquier gesto raro que haga, porque de ese modo se pondrá nervioso también.
Debemos interiorizar la maniobra de primeros auxilios a aplicar en caso de atragantamiento de un bebé.

También debemos tener en cuenta que a partir del año sigue existiendo el riesgo de ahogamiento, de modo que ahí va el vídeo sobre cómo actuar con niños.

Estos serían una serie de consejos para aplicar el BLW con seguridad: diferenciar las señales, no atarlo a la trona, diferenciar entre atragantamiento y ahogamiento, no asustarse, cortar los alimentos en trozos alargados, evitar alimentos peligrosos, introducir nuevos alimentos durante el día, no entretenerle ni jugar mientras come, evitar sentarle a comer si está cansado porque desmerecerá la experiencia y nunca dejarle solo.
También debemos tener en cuenta una serie de consejos para que el niño controle lo que come en cada momento, para no interferir en su aprendizaje más allá de lo que supone alimentarle correctamente.

¡Déjale aprender! (vía Mami natura)


Presentación de los alimentos (vía My mala leche)


Una cosa a tener en cuenta es que este método es de todo menos limpio. Lo más normal es que todo alrededor del bebé quede pringado, que el bebé esté cubierto de comida o salsa hasta las orejas, que el suelo quede irreconocible... la trona es un sabroso campo de batalla. En verano se puede aprovechar para que el bebé coma directamente en pañal, pero en invierno... ¡ay, las mangas! Podrás tener miles de baberos heredados y regalados por todas las tías y tías abuelas del universo conocido, pero, ¿cuántos llegarán a tus manos con mangas? Os aseguro que las mangas es lo que más se ensucia de todo, porque disfrutan rebozándose en comida y los brazos son lo primero que entra en contacto con lo que sea que tienen a mano. Es curioso, pero la oferta de baberos con mangas va creciendo de un tiempo a esta parte, aún así parece que ciertos sectores asumen que los bebés van a empezar a comer solos siendo más grandes, quizá con un año o dos... o tres. Y cuando le pones a tu bebé su primer babero con mangas tienes que redoblarlas para que sus pequeñas manos no desaparezcan dentro. Lo ideal es que terminen en una gomilla ajustada a la muñeca.
En mi caso, antes de localizar lo que venden en internet o en esa famosa tienda sueca que todos conocemos, le encargamos a la abuela un babero hecho con esa tela impermeable de mantel que no parece plastificada y rígida. El patrón salió de internet, por supuesto, y viene a ser una pechera con dos mangas y atado al cuello por detrás sin más historias (omitimos bolsillo porque estar rascando de dentro comida y salsa que haya ido cayendo es un tostón)

El patrón del babero con mangas... igual quedaba grandecito para una niña de las pequeñitas


Estrenando un babero con mangas cuando eres un bebé de los de percentil tirando a bajito

Dando uso al babero... y a la pasta con tomate casero.


Efectivamente, lo suyo es que la trona no tenga partes con tela difíciles de limpiar ni recovecos, así como disponer un mantel o papel de periódico por debajo para todo lo que va a caer al suelo (no sólo aprendemos a comer, también observamos de manera práctica las leyes de la física como la fuerza de la gravedad) ¡Paciencia y a darle a la fregona con cariño!
Una cosa es verdad, según van aprendiendo es un gusto verles comer. Os animo a buscar BLW en youtube para comprobarlo. Merece la pena vivir el espectáculo en primera persona y siempre es más agradecido vivir esta etapa sin agobios, sin las papillas y su lucha de las cucharadas y "los avioncitos".
¿Has probado ya la experiencia BLW?¿Te atreverías con ella?