25N: elecciones catalanas

Publicado el 25 septiembre 2012 por Rgalmazan @RGAlmazan

Además de Galicia y Euskadi, en este Otoño el gobierno de Mas también ha convocado elecciones. Entre octubre y noviembre las tres autonomías, consideradas históricas, han convocado un nuevo proceso electoral.

No se negará que no hay acción política en este país. Las tres autonomías han adelantado la fecha, aunque en el caso de Euskadi y de Galicia, sea sólo por unos meses y se veía venir desde hace tiempo.

Sin embargo Cataluña se ha convulsionado con la gigantesca manifestación que tuvo lugar durante la Diada. Aquello desbordó las más optimistas previsiones y ha demostrado, con hechos, esa desafección que existe entre Cataluña y España.

Entiendo que los demócratas convencidos debemos aceptar, nos guste o no, lo que las mayorías prefieran. Por eso es necesario hacer hablar a esa mayoría, y entiendo perfectamente que es necesario una consulta a la ciudadanía catalana.

Naturalmente, para que eso ocurra, se debería concurrir a las elecciones con un programa donde quede especificado. Y no hacer como ha hecho el PP, en las elecciones del 25N, en las que nada de lo que luego han hecho estaba en el programa, y sin embargo se siguen validando medidas que se toman sin haber sido avaladas por la ciudadanía, como es el caso de los recortes y de las reformas de leyes que no estaban previstas.

Por lo tanto, es necesario que después del escenario de la Diada, se trate de pulsar la voluntad de los catalanes y la solución es convocar elecciones e introducir en el programa cuál debe ser el camino a seguir. Desde luego, empezando por una consulta popular. Eso es lo que parece que van a hacer CiU, ERC e ICV. No lo hará el PP y no se sabe cómo va a salir de esta el PSC, siempre tratando de nadar y guardar la ropa.

No soy partidario de la independencia de Cataluña, soy republicano federalista, pero entiendo que se pida y además comprendo que los independentistas hayan ido en aumento, por la falta de sensibilidad del otro nacionalismo, el español –mucho más preocupante que los otros, a éste le conocemos bien—, y por la situación económica que atraviesa esa nación, que a pesar de los recortes enormes, sigue sin levantar cabeza.

Esta situación la abrió el camino que siguió la aprobación del Estatut. Las interferencias desde el Congreso de los diputados y, posteriormente, desde el Tribunal Constitucional, dejaron al Estatuto que había aprobado el pueblo catalán, en un fiasco que abrió el melón de la independencia.

Si a eso unimos la situación económica que vive España, y especialmente Cataluña, podemos entender que se quiera cambiar el estatus de esta autonomía y se pretenda ser más autónomos y acercarse al concierto económico que tiene el País Vasco.

Como federalista entiendo que debe existir solidaridad entre las distintas nacionalidades o autonomías que componen el Estado Español, pero también que ésta tiene que estar limitada, como ocurre en el Estado Federal Alemán, que nos podría servir de modelo. Lo que ocurre aquí es que habría que empezar por poner condiciones solidarias a todos, y por lo tanto revisar el convenio económico navarro y el concierto económico vasco que dan lugar a situaciones de discriminación en relación con otras zonas del Estado. Porque si por razones históricas estas dos CC.AA. tienen esos privilegios, ¿por qué no ocurre igual en Cataluña? ¿Acaso no tiene razones históricas Cataluña?

Este tema tabú parece no importar a nadie y, sin embargo, se habla de la insolidaridad catalana que aporta una parte importante de los recursos que genera.

Es incuestionable, desde mi punto de vista, que debe haber solidaridad entre las autonomías, y que todas las que estén por encima de la media deben aportar (con limitaciones como ocurre en Alemania), también Navarra y Euskadi, y las que estén por debajo deben recibir esas aportaciones solidarias.

Es cuestión de encajar el Estado, hoy desencajado. Esperemos que las elecciones catalanas sirvan para empezar un camino creíble y sensato que pueda conjugar el deseo de los catalanes con el del resto del Estado. Es imprescindible que los catalanes manifiesten su voluntad en una consulta popular. Y después si hay que cambiar la Constitución para conseguirlo, no nos rompamos las vestiduras. Recordemos que en un día, se hizo una reforma exprés de la misma, hace bien poco, con el apoyo de los dos grandes partidos, para que antes de atender a las necesidades de los ciudadanos, los recursos del Estado sirvieran para disminuir el déficit.

Hay que encontrar una situación justa, donde encajen todas las pluralidades de nuestro Estado y donde todos nos encontremos razonablemente satisfechos. Y eso entiendo que puede ser el Estado Federal.

CUESTIÓN DE PRINCIPIO:

No me veo como los que pretenden decidir desde el centralismo lo que se haga en la periferia. Respeto totalmente lo que los catalanes decidan. No nos engañemos con una legalidad que se cumple cuando se quiere y cuando no, se retuerce. No me gustaría que Cataluña se fuera de España, por muchas razones, pero si eso es lo que decide la mayoría del pueblo catalán, es necesario respetarlo. Salvo que se quiera mantener dentro de España a una parte importante que no quiere estar, aunque sea por la fuerza. Una verdadera insensatez.

Salud y República