El PNV ganaría las elecciones vascas con 29 diputados y 397.664 votos (37,65%). EH Bildu sería la segunda fuerza con 17 diputados y 224.254 votos (21,23%); Elkarrekin Podemos obtendría 11 diputados y 156.671 votos (14,83%); cerrarían el hemiciclo el PSOE y el PP que conseguirían 9 diputados cada uno. La mayoría absoluta del Parlamento vasco estaría en 38 escaños con lo que sería suficiente un pacto del PNV con PSOE o el PP para obtener los apoyos necesarios para reelegir a Iñigo Urkullu como lehendakari, en el caso de que pactase con el PP, partido con el que comparte su ideología democristiana, esto podría tener efectos en un posible desbloqueo de la investidura de un nuevo presidente del gobierno de España porque los 6 diputados del PNV en el Congreso son los únicos que le faltan al PP para obtener la mayoría absoluta (PP+C’s+CC+PNV=176/350).
En Galicia, por tercera vez consecutiva, Alberto Núñez Feijoo y el Partido Popular obtienen la mayoría absoluta en la asamblea gallega con 41 de los 75 escaños de la cámara regional. En Marea se convierte en la segunda fuerza de Galicia con 14 escaños, los mismos que obtiene el PSOE, sin embargo obtiene 16.755 votos más que los socialistas. Los nacionalistas gallegos del BNG quedan relegados a la cuarta fuerza con 6 escaños. El gran beneficiado es el PP que tendrá el único gobierno regional monopartidista con mayoría absoluta y que los ciudadanos gallegos han apostado por la estabilidad.
Por un lado estas elecciones regionales han servido para reforzar al PP ya que, en el hipotético caso de que el PNV pacte con el PP en el País Vasco, podría mejorar sus posibilidades de formar gobierno a nivel nacional si, en un nuevo debate de investidura, obtuviese el apoyo de Ciudadanos, Coalición Canaria y el PNV. Por otra parte, si esto no se produjese, en el caso de que tuviésemos que ir a unas terceras elecciones, lo más probable es que los votantes apuesten más por la estabilidad, tanto como por una recuperación de electorado por parte del PP como una mayor abstención de votantes del resto de partidos, lo que acercaría al PP a una nueva mayoría absoluta.
Después de estas elecciones regionales el PSOE se ha quedado en una difícil situación, Por un lado, sus posibilidades de formar gobierno son muy poco probables, ya que es más probable que el PP consiguiese los votos del PNV en la Investidura a que el PSOE consiguiese el gobierno mediante un pacto con PODEMOS y todos los partidos nacionalistas con representación en el Congreso, algo que perjudicaría mucho al PSOE ya que el voto que obtuvo el 26 de junio era un voto más pensando en la unidad de España que ideológico.
Por otra parte si el PP pacta con el PNV el PSOE se queda casi sin ninguna posibilidad de influenciar la política española de los próximos 4 años y forzar unas terceras elecciones le facilitaría al PP la recuperación de su mayoría absoluta.
Con lo que al PSOE, para salvar los muebles, solo le queda negociar una abstención en la que consigan concesiones claras por parte del PP que puedan vender hacia su electorado.
Ya las elecciones generales del 26 de junio arrojaron un resultado más favorable al Partido Popular, fue la única fuerza política que aumentó su representación con respecto a las del 20 de diciembre del año pasado. Aparte están los casos de otros países donde la repetición de elecciones por la imposibilidad de formar gobierno a favorecido al partido más votado en las anteriores elecciones, el caso más reciente el de Turquía donde el AKP de Recep Tayip Erdogan recuperó las mayoría absoluta en la repetición de las elecciones.Qué opinas de este post? Por favor, deja tu opinión mediante un comentario y si te gusta te agradecería que le dieses difusión en Facebook, Twitter o Google+