Haciendo ejercicio de axiomatización, comienzo por decir que el ambiente de trabajo es ciertamente un importante elemento formador del individuo, y la capacidad de generar cambios individuales es tan determinante como los cambios originados en la escuela. Sin evaluar cuáles cambios son más importantes (porque además no es el objetivo de este post), lo que importa traer al análisis es el condicionamiento del ambiente laboral en el sujeto.
El cambio humano motivado por su inserción en el ambiente laboral, comienza incluso antes de ingresar a la empresa. Es el cambio relativo al proceso de formación profesional, que no sólo capacite a una persona con conocimientos y destrezas básicas,
El cambio laboral también va a afectar lo relativo a adquirir nuevos hábitos que incluso incidirán en la vida diaria extra-laboral. Quiero poner el ejemplo de la persona que es sometida a permanentes cursos de seguridad laboral cumpliendo exigencias que el Gobierno requiere a todas las empresas,
Quizás el ejemplo más elocuente lo representan los militares, cuya personalidad rígida al orden y la disciplina la adquieren en el proceso formador de años en la milicia. Comentaba un vigilante que cumplió servicio militar, que él no toleraba una cama desarreglada, porque en el ejército ese era un punto tan crucial, que el oficial lanzaba una moneda sobre la cama la cual si no rebotaba, iba a significar que el recluta tenía que volver a vestir la cama.
Pero el condicionamiento también puede ser negativo. Conocí un amigo que laboró en un sitio donde los empleados eran tan negligentes con las funciones de trabajo y con el cumplimiento del horario de trabajo, que quedó condicionado a una actitud negligente que se expresaba en una apatía o una indiferencia a hacer las cosas. Como en su trabajo todo era dejado para después, sucedió que ese amigo adquirió ese pésimo hábito, e incluso se volvió impuntual en materia de horarios.
Quiero poner ejemplos más sencillos aún de lo que representa el condicionamiento laboral. Es el caso de un amigo que llegó a trabajar en una Agencia de Colocaciones de desempleados, donde todos los documentos debían ser escritos con bolígrafos de tinta negra. Años después, y trabajando en otros sitios, no toleraba escribir con bolígrafos de tinta azul o rojo, incluso ese hábito le acompañó hasta en la familia, porque inculcó a los hijos la importancia de firmar todo con bolígrafo negro. Es que en el trabajo se aprenden muchas cosas, que luego nos acompañaran siempre, incluso fuera del trabajo.
El desarrollo humano en la empresa se da a través de fuentes como: (1) El ejemplo que adquiere de jefes u otros compañeros de trabajo; (2) participación en cursos de mejoramiento laboral y profesional financiados por la empresa; (3) interacción diaria con compañeros de trabajo; (4) interacción con clientes y proveedores con cierto nivel profesional; (3) aprendizaje continuo derivado de la ejecución de sus labores específicas de trabajo.
Se toma además al desarrollo humano de empleados y obreros, como uno de los valores organizacionales de cualquier empresa moderna. Incluso la Ley del Trabajo ya plantea la obligación social de las empresas respecto a sus empleados. Y un ambiente de trabajo donde realmente se ha incorporado al desarrollo humano como un valor organizacional, será un ambiente donde se pueda percibir un aire de armonía y alegría entre los empleados, por estar a gusto con su trabajo y con la empresa.
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