26J: La orgullosa bajeza del tiempo.

Publicado el 28 junio 2016 por Lengua_de_brujo

Excelente artículo de Luís María González en Nueva Tribuna.

“En su colaboración con El País semanal, Manuel Rivas se refería a la amplitud de la maquinaria de la extrema derecha en Europa a propósito de las personas refugiadas e inmigrantes y citaba a Simone Weil para hablar de “todo el rumor del los estúpidos, toda la orgullosa bajeza del tiempo”. Algo similar siento con los resultados del 26J.

1.- No voy a repetir lo ya sabido. Me detendré en algunas reflexiones sobre lo ocurrido. Y me temo que la primera conclusión de este resultado, para bochorno de la estrategia de Unidos Podemos (UP) es, que el candidato -quizás, el único- a la investidura a la Presidencia del Gobierno tras estas elecciones, no pueda ser otro que Mariano Rajoy. Un hecho que solo puede inquietar, y hasta irritar, a quienes seguimos creyendo que un gobierno conservador es la peor solución para la inmensa mayoría de la sociedad española. Una mayoría que, en parte, ha votado al Partido Popular.

2.- Hace tres meses, gentes de la universidad, la cultura y el sindicalismo emplazaron a las izquierdas y a las fuerzas del cambio para que no dejaran pasar la oportunidad de formar gobierno, en un manifiesto de enorme valor político. Se advertía en su presentación, que una nueva convocatoria electoral permitiría a las derechas recuperar terreno. Tristemente así ha sido, y lanzo una segunda idea: si un partido con dos años y medio de historia tiene que asumir como un mal resultado haber logrado 71 escaños, es que su capacidad para envejecer avanza a velocidad de vértigo. Y lo que es peor, su capacidad para defraudar no conoce límites.

3.- Cuando los ideólogos del populismo transversal manosearon a Berlinguer y anunciaron el sorpasso de UP al PSOE, se activó un doble terremoto en las izquierdas: su insaciable voluntad de devorarse, y la puesta en marcha en su seno de una batalla menor, pero de gran trascendencia política. UP y PSOE, por más que la propaganda electoral apuntara en otra dirección, fijaron sus objetivos: sorpassar y resistir. Todo ello para mayor gloria de las fuerzas conservadoras y liberales. Tercera idea: en su comparecencia ante los medios de comunicación, Pedro Sánchez, desde su condición de primera fuerza de la izquierda, cargó (con razón) contra la intransigencia de Pablo Iglesias por haber trabajado para un triunfo del PP, en lugar de haber apoyado en marzo su investidura; sin embargo, el PSOE no puede quedarse ahí. Ha sido superado por el PP en 52 escaños, ha sido incapaz de romper amarras con el viejo liberalismo que le atenaza y en ocasiones se ha sumado a la turba de la caverna empeñada en sus acusaciones atávicas contra las otras izquierdas. El PSOE debe detenerse en analizar sus errores, debatir sobre sus actuales límites de crecimiento y sobre todo, decir, pensar y actuar en torno a otra política económica y social.

4.- La política en democracia es muy exigente. Las ocurrencias de hoy no valen para mañana. Y la ambigüedad como estrategia electoral le ha jugado una mala pasada a Ciudadanos. No se puede estar en misa y repicando. Su discurso político no puede ser el de nosotros somos el centro, el que dialoga con unos y otros, el que se queda con lo mejor de cada uno. Primero, porque no es verdad. Ciudadanos es una formación de corte liberal, ubicada en la derecha, que solo puede consolidarse con discurso, estrategia y programa propios. Y segundo, porque a lo largo de la reciente historia democrática, los partidos empeñados en mantenerse en territorio de nadie han desaparecido. Cuarta idea: C’s ha sido víctima del gran hermano y aunque ha mantenido 32 escaños, empieza a ver las orejas al lobo y si no cambia, volverá a ver a su electorado de regreso a casa.

5.- Cuando irrumpió con fuerza el 15M y las calles y plazas del país gritaron aquello de “No nos representan”, fueron pocos los que advirtieron en la izquierda que a la acción política y partidaria no se llega solo con brocha gorda. Se defendió justo lo contrario. En aquel tiempo, hubo elecciones municipales y autonómicas y en comunidades como Madrid, donde el 15M lideró la movilización popular, la derecha ganó con mayoría absoluta. La izquierda -la más y la menos izquierda- el periodismo, las tertulias y reconocidos pensadores elogiaron con desmesura y sin apenas opinión crítica, aquel movimiento. Podemos reivindica el 15M como el principio de su itinerario, que acaba fraguando en partido político al comenzar 2014. En tan solo dos años ha conseguido 5 eurodiputados, cientos de concejales y diputados autonómicos, y 71 diputados en el Congreso. Y hoy cuando analiza el resultado del 26J asume que ha sido un mal resultado. Quinta idea: nunca nadie  en tan poco tiempo ha progresado tanto desde un despacho con televisión, pero nunca nadie ha sentido envejecer su proyecto político a tanta velocidad. Y es que el desprecio por la identidad, la estrategia, el discurso y la organización, y su vocación por la política espectáculo, acaban siendo malas consejeras. A corto plazo, los réditos domésticos son evidentes. Si enciendes la luz larga, se pueden atisbar los peligros del estrellato populista. Pareciera que su misión, tras negar el apoyo a la investidura de Sánchez, hubiera sido la vuelta del PP al gobierno. Una misión debidamente acompañada por Garzón e IU, que han demostrado una singular eficacia para ver la paja en el ojo ajeno y huir como de la peste de responsabilidades propias. No lo va a hacer y ni siquiera me importa, pero Garzón debería dejar IU -no solo la coordinación general-, enriquecer lo que Anguita denomina “la IU que yo quería”, es decir, Podemos, y migrar junto a Centella y su gente al nuevo sujeto político de la revolución. Seguramente, esto no le haga mucha gracia a Errejón, pero todo se puede hablar. Garzón avanza con decisión hacia un nuevo récord: acabar con IU en un abrir y cerrar de ojos.

6.- No es fácil encajar el voto mayoritario al PP. Es verdad que en las elecciones generales de 2011 sumó 186 diputados y que en estos comicios logra 137, 49 diputados/as menos. Pero no nos engañemos. El PP de la corrupción, los recortes, la reforma laboral contra el derecho del trabajo, el que ha roto todos los puentes del diálogo para abordar el conflicto territorial, el partido del empleo precario, el que ha casi vaciado la caja de reserva de las pensiones, el de los servicios públicos con menos calidad y menos empleo, ha recibido 8 millones de votos y 137 diputados y diputadas. Mientras las izquierdas libraban su propia batalla y el nacionalismo la suya, la derecha publicitaba su gestión económica, exhibía vocación de seguridad y estabilidad institucional y exacerbaba el riesgo de los extremos. No le fue mal, aunque, insisto, de 2011 a 2016 ha perdido 49 escaños.

Sobre encuestas y medios de comunicación

Es la cantinela de siempre, si bien esta vez, el fiasco demoscópico y la complicidad de tertulianos y columnistas resultan escandalosos. La ausencia de rigor en la investigación demoscópica, en el muestreo, gestión y extrapolación de resultados constituye un fraude sin paliativos. No hay excusas que valgan. La muestra de Sigma 2 , “a pie de urna”, en la tarde electoral para las televisiones públicas (encima para las tv públicas que pagamos todos/as) fue un estrepitoso engaño, solo al alcance de quien confunde una encuesta con una rifa. Pero no menos frívolo e irresponsable es el coro de propagandistas, con honrosas excepciones, que jaleaban desde los medios de comunicación la ilusión del cambio, que marcaban las encuestas. Falló el cambio, la ilusión se quedó mustia, y el anunciado sorpasso se ahogó en el túnel del tiempo. También las empresas demoscópicas necesitan un control de calidad”.