Publicado el 28 enero 2016 por Jcguinea

Dice un dicho popular: " El que mucho abarca, poco aprieta", también " el que a dos amos atiende, con alguno queda mal ". Cualquiera de estas dos expresiones podría aplicarse perfectamente a los jefes que no saben o no quieren delegar funciones.

Para algunas personas, delegar funciones es la mejor solución para optimizar los procesos, trámites y actividades de su empresa. Otros, por el contrario, creen que al delegar perderán el control de lo que se tiene que hacer. Estos últimos se dejan mover, sobre todo, por la desconfianza y por no saber cómo hacerlo adecuadamente.

¿Tú eres de esos jefes que no saben cómo delegar funciones? Aquí te ofrecemos 6 tips que pueden ayudarte a delegar actividades:

1. Identifica las funciones "delegables".

Si no confías plenamente en las capacidades de tus empleados como para delegarles responsabilidades muy grandes, comienza con las pequeñas, esas que te quitan tiempo valioso para realizar actividades más importantes. De esta manera podrás darte una idea de las capacidades de tu personal y sus resultados.

2. Da instrucciones claras.

Para que alguien sepa cómo llevar a cabo una tarea es necesario enseñarle cómo debe hacerla. Si te tomas el tiempo de dar las instrucciones más claras podrás perder varias horas explicando, pero te ahorrarás tiempo valioso de constantes supervisiones a tu personal para evitar equivocaciones.

3. Establece objetivos claros y cuantificables.

Los empleados precisan saber qué se espera de ellos y qué se tomará en cuenta para saber si hacen bien o mal su trabajo. Si tú ya les enseñaste cómo hacer las cosas, el siguiente paso es decirles cuánto del trabajo y en cuánto tiempo les corresponde hacerlo.

4. Especifica el "presupuesto".

Aquí es necesario dejarle claro a los empleados cuáles son los recursos materiales y humanos con los que contarán para realizar sus tareas y que es eso y nada más. Es decir, marcar límites desde el inicio para evitar contratiempos.

5. Establece un itinerario de comunicación.

Puedes establecer cada cuánto tiempo deberán reportarte los resultados parciales. Puede ser cada determinada hora, una vez al día, una vez a la semana o lo que sea necesario. Lo importante es

mantener la comunicación.

6. No estorbes.

Esto es sumamente importante. Si tus empleados ven que pese a los pasos anteriores sigues sobre ellos sólo generarás desconfianza. Por difícil que sea para ti, aprende a confiar en tus empleados, de lo contrario podrías representar el principal obstáculo para el logro de las metas.

La delegación de funciones no es igual a la pérdida del control. Se necesita de mucha comunicación con tus empleados y, sobre todo, confianza.

¡Aprende a delegar funciones, deja de ser un jefe y conviértete en líder!