28 años soñando con Freddy Krueger (Parte 2)

Publicado el 18 noviembre 2012 por Queplanetageneroso

“Y si muero antes de despertar, ruego al Señor mi alma llevar” (Plegaria infantil)

Con la llegada de la primera secuela de la saga de Freddy Krueger aparecerían también los cambios profundos. Wes Craven se mantuvo en el rol de guionista, pero le cedió el papel de director a Jack Sholder, quien venía de filmar y coescribir Alone In The Dark (1982). En esta nueva entrega, la historia y ciertos conceptos también fueron modificados. Freddy volvía a interesarse por un adolescente, pero no para asesinarlo de las más imaginativas formas, sino como vehículo para regresar a la vida. Freddy´s Revenge (1985) contaba la historia de Jesse, un joven que acababa de mudarse a Springwood y comenzaba a ser asaltado por recurrentes pesadillas ya que Freddy buscaba poseerlo y convertirlo paulatinamente en él mismo. Si bien la película mantuvo el espíritu de la original, fue bastante criticada por los fans debido a que, según la interpretación de los más acérrimos seguidores, Freddy se mostraba mucho más débil, casi por debajo de los adolescentes chillones de turno. Nuevamente sería una chica la que lo enfrentaría, en este caso la novia de Jesse.
Mark Patton fue el actor elegido para protagonizar la película, pero su carrera actoral acabó definitivamente en 1986, apenas cuatro años después de haber empezado. Desde 1995 Mark se dedica a la producción y dirección de obras teatrales en Broadway. En el papel de Lisa estuvo Kim Myers, quien hasta la actualidad colabora en series de TV.
Para la tercera película, Dream Warriors, Wes Craven tuvo una participación accesoria en el guión, ya que por esos años atravesaba un difícil divorcio que lo distanció bastante del film. Por eso contó con la colaboración del actor Bruce Wagner, Frank Darabont (Young Indiana Jones Chronicles), y Chuck Russel (Collateral).
Aquí se contaba el regreso de una Nancy adulta que se acercaba a un grupo de adolescentes encerrados en una clínica psiquiátrica que eran acosados por Krueger. Nuevamente, Nancy se encontraría con el escepticismo generalizado de los adultos. Mientras los chicos del centro comenzaban a morir, Nancy descubriría que una de las jóvenes tenía la capacidad de introducir a otras personas en sus sueños. Así, elaboraría un excéntrico plan de combate, que consistía en entrenar a los chicos para darle batalla al villano en su propio mundo, el de las pesadillas. El guión tomó un camino bastante parecido al de un juego de rol, donde cada personaje desempeñaba una habilidad (artes marciales, super fuerza, magia) para ser usadas en el momento adecuado contra Krueger.
Uno de los aspectos más interesantes del film fue que, por primera vez en la saga, se dieron datos biográficos sobre “el dueño de las pesadillas” que ayudaban a comprender la raíz de tan sanguinaria locura. La tercera película tuvo una acogida bastante positiva y se consideró que era un regreso al espíritu de la primera entrega, con una vuelta de tuerca que, aunque osada, conformó a muchos.
Este film significó también un cierre para el personaje de Nancy, quien finalmente sería engañada y asesinada por Freddy, demostrando que el bien no siempre triunfa. Sin embargo y a modo de esperanzador mensaje, tres de los chicos entrenados por Nancy (Kristen, Kincaid y Joey) heredarían el gran poder, la gran responsabilidad… y la secuela.
Para la cuarta entrega hubo sin embargo un cambio fundamental en el cast. En Dream Warriors, la encargada de interpretar a Kristen había sido Patricia Arquette, hoy en día protagonista de la serie Medium, pero para la fecha de rodaje de la cuarta película estaba embarazada, por lo que fue reemplazada por Tuesday Knight quien provenía de la televisión y rápidamente volvió a ella.
Como director quedó a cargo Renny Harlin (Die Hard 2, Exorcist:The Beginning) y para el guión se siguió la tradición de la saga: que no menos de tres personas lo escribieran al mismo tiempo.


En 1988 se estrenó Nightmare on Elm Street 4: The Dream Master quizás la entrega menos innovadora y más reiterativa de toda la saga. Volvían al ruedo los tres guerreros oníricos de la película anterior, pero con la resurrección de Freddy de por medio, eran fácilmente aniquilados. De esa forma cobraría protagonismo Alice, interpretada por Lisa Wilcox, quien junto a su flamante novio Dan, a cargo del actor Danny Hassel, acabaría por enésima vez son Freddy. El mayor valor de esta película probablemente resida en su calidad de efectos especiales, con varias secuencias memorables entre las que se destaca, cerca del final, la escena en que todas las víctimas de Freddy salen de su cuerpo y lo destruyen desde adentro.
La pareja de Alice y Dan daría paso a la quinta película, que los tuvo por protagonistas como un joven matrimonio en la dulce espera. El nuevo blanco que Freddy, nunca más original, pasaría a ser el bebé en gestación, en vistas de que las adolescentes siempre terminaban destrozándolo en el sentido más literal de la palabra.
Con la llegada de los 90’s apareció la sexta película, Freddy’s Dead, donde se prometía un cierre absoluto para el personaje. Uno de los elementos más interesantes de este film, fue que se contó de manera clara y directa la historia de Fred Krueger antes de convertirse en el monstruo “de las pesadillas”. La trama se centraba en la vida de Maggie, una psiquiatra de adolescentes conflictivos que encontraba a un chico amnésico proveniente de Springwood. Interesada por investigar el pasado del muchacho, se trasladarían a aquel pueblo, en el que ya no quedaba ningún niño. Los adultos, absolutamente trastornados por la soledad, repetían obsesivamente un apellido: Krueger.

Con el correr de la película, Maggie descubriría que su interés por aquella leyenda no tenía únicamente la curiosidad como motivación y su propia historia rápidamente se enlazaría con la de aquel asesino de niños del pasado. Se contó con una historia bastante bien pensada, escrita esta vez por una sola persona, Rachel Talalay que fue además la directora del film. Sin embargo, el resultado final fue algo extraño. Aunque se ahondaba en aspectos muy oscuros de la historia, se caía continuamente en un tono burlón y autoparódico, influenciado por el ícono pop en el que Freddy ya se había convertido.

Un ejemplo emblemático es la secuencia en que Krueger mataba a un joven de nombre Spencer metiéndolo en un videojuego. En cuanto los otros adolescentes le arrancaban el joystick para salvar al muchacho, Freddy gritaba en tono triunfal “¡Tengo el Power Glove!” en referencia al periférico que Nintendo había sacado para sus videojuegos y que consistía en un guante-joystick con una accidentada captura de movimientos. De ese modo, Freddy completaría su asesinato usando una serie de botones colocados en su guante de navajas…
Lo interesante fue que para la escena final de la (supuesta) muerte definitiva de Freddy, se utilizó una tecnología muy de moda en aquellos años: el 3D. Es por eso que antes de enfrentar a Krueger, la joven Maggie sujetaba los famosos anteojos rojos y azules.


En 1994 llegó Wes Craven’s New Nightmare, probablemente la visión más original y compleja de la franquicia. Esta película se situaba en el mundo real y significó el regreso de actores de la primera película como Heather Langelkamp, Robert Englund y John Saxon haciendo de ellos mismos. En el film los actores eran llamados por el propio Wes Craven (que también actúa en la película) para filmar la secuela definitiva por los diez años de la saga. Sin embargo, Heather comenzaría a ser acosada por un Freddy de la vida real y al cabo de varios días descubriría que el guión en el que trabaja Craven contaba exactamente lo que a ella estaba viviendo.
Como una serpiente que se muerde la cola, esta película pivotó continuamente entre la realidad y la ficción, en un relato circular que deja la conclusión de que, aunque a veces la realidad supere la ficción, muchas de las cosas que creemos reales quizás hayan sido escritas por un buen director de cine.
La última aparición del “verdadero” Freddy fue en el crossover Freddy vs Jason (2004), que bajo la dirección Ronny Yu (Bride of Chucky) planteaba el enfrentamiento entre el monstruo de los sueños y el Serial Killer con casco de hockey. Con un elenco casi puramente adolescente  y un argumento más que simple, la historia se centraba en cómo Freddy utilizaba a Jason para nutrirse del terror juvenil y volver a la vida. Sin embargo, Jason comenzaría a “robarle” presas a Freddy, lo que provocaría una competencia entre ambos y la subsecuente pelea de garras, machetes y baldazos de sangre. Sería la última aparición del Krueger de Englund en la pantalla grande.

Franquicia

Además del merchandising habitual que podía generar un suceso cinematográfico de la dimensiones de Nightmare on Elm Street  hubo una serie de productos derivados del carisma de Freddy Krueger y su llegada a los espectadores que casi no reconoce fronteras. El primer gran elemento desprendido de la saga fue una serie de TV titulada Freddy´s Nightmares, que contó con dos temporadas de 22 capítulos cada una y se inició en 1990. Como directores desfilaron algunos de los cineastas más importantes de la época, entre los que figuran Tobe Hooper (Texas Chain Saw Massacre  y Poltergeist) quien dirigió el capítulo piloto, Tom DeSimone (Swamp Thing), William Malone (Scared to Death), Michael Lange (Eureka) y Dwight H. Little (Halloween IV), entre varios otros. Esta serie tenía por presentador al propio Freddy, nuevamente interpretado por Robert Englund, que en un papel de anfitrión al estilo Rod Serling en Twilight Zone, introducía dos historias por capítulo. Tal como había ocurrido con Johnny Depp, esta serie contó con más de un actor desconocido que más tarde se proyectaría como astro de Hollywood. Tal fue el caso de Brad Pitt, quien a los 24 años participó del episodio Black Tickets.

Por el lado musical, Freddy también tuvo sus homenajes. La famosa banda de hip hop de los años 80, The Fat Boys  le dedicó un tema llamado “Are You Ready For Freddy?” que no sólo se convirtió en la canción de la cuarta película, sino que contó con un video clip en el que los tres miembros del grupo ingresaban en la casa de Freddy en Elm Street y rapeaban junto al personaje interpretado nuevamente por Englund, quien se prestó inclusive a cantar algunas partes de la canción. Para la misma película, Vinnie Vincent Invasion (la banda de quien luego reemplazaría a Ace Frehley en Kiss), grabó la canción “Love Kills” en cuyo video aparecen escenas de la película.

En la década del 80 ya era imposible que una saga exitosa en el cine no tuviera su contrapartida en los videojuegos y Freddy, claramente, no fue la excepción. En 1989 Monarch Software lanzó al mercado un juego basado en la franquicia para ser utilizado en la Commodore 64, y que consistía en una suerte de aventura gráfica protagonizada por los adolescentes de la cuarta película. Un año más tarde le tocaría el turno a la empresa LJN que publicó un videojuego de plataformas en 2D para las consolas de 8 Bits (Nintendo Entertainment System, Famicom o Family Game, para los amigos). Ambos juegos eran adaptaciones muy libres y bastante híbridas de varias películas de la saga estrenadas hasta esos años.
Muchas editoriales también publicaron comics basados en esta franquicia, como en el caso de Marvel que en 1989 le dio el puntapié inicial a otras series que le seguirían. Innovation Comics compró la licencia en 1991, poco antes de quebrar, y publicó tres series basadas en el personaje. En la primera se contaban aventuras y desventuras de los adolescentes de las cinco primeras películas y en una segunda etapa, adaptaron la película Freddy’s Dead. La tercera fue en formato 3D y buscaba emular la secuencia final que había sido hecha con esa tecnología.
Trident Comics republicó algunas de estas series para el Reino Unido en 1992, poco después de la caída financiera de Innovation. Ya en 2005 el gran regreso de Freddy fue a través de la empresa Avatar Press, que publicó un especial de tres números titulados A Nightmare On Elm Street: Paranoid. Un año después, WildStorm Productions se hizo cargo de los derechos que hasta ahora mantiene. En 2007, se publicó Freddy vs Jason vs Ash, una secuela-crossover no canónica que sumaba al duelo a Ash Williams, protagonista de la saga Evil Dead (1981) de Sam Raimi.