29 de Junio - Día del Heroico Sacrificio de Mártir José Olaya Balandra
Este valiente personaje de la historia peruana, que sirvió con gloria a nuestro país, nace en 1782 en Chorrillos. Sus padres fueron José Apolinario Olaya y Córdova y Melchora Balandra. Fue un hombre de pueblo, humilde y trabajador que se dedicaba al comercio y la pesca. Fue el segundo de doce hermanos; su familia carecía de algunas cosas materiales, pero era rica en amor y comprensión.
No pudo ir a la escuela pero su padre lo educó dentro de los conceptos y sentimientos de la vida digna, honrada y libre, sus imposiciones abusivas. Además de las primeras letras, su padre le enseñó lo que se conocía como el ABC del patriotismo, que iba así: “Amor de patria comprende cuanto el hombre debe amar: Su Dios, sus leyes, su hogar, y el honor que los defiende. Celo en cumplir un deber en cualquier condición será la única ambición que un niño debe tener”. Por eso, desde muy temprana edad, Olaya pensó en la libertad de su patria, pues buscaba la manera de poder colaborar con la emancipación del Perú. Cuando llegó a la adolescencia ingresó al gremio de pescadores; desafiaba al peligro del océano y en una débil balsa cruzaba la ruta Chorrillos – Callao, en donde vendía el producto de la pesca. Estas tareas diarias en el mar le permitieron conocer a cabalidad los alrededores de esos dos lugares, conocimiento que en adelante lo utilizaría cuando se convirtió en emisario de las fuerzas patriotas.
OLAYA EL CARTERO.Olaya fue designado para tal cargo por una de las tantas damas patriotas que prestaban sus servicios a la causa libertadora, doña Juana de Dios Manrique de Luna, con quien le unía una gran amistad. El general Sucre debía ser informado diariamente sobre las operaciones y planes de los realistas. Su primer trabajo como cartero se lo encomendó el mismo Sucre: debía hacer llegar una misiva a don Narciso de la Colina, lamentablemente el enemigo no tardó en enterarse del trabajo que realizaba nuestro valiente patriota y cuando lo capturaron fue torturado para que revelaran los nombres de los patriotas que escribían las cartas y la clave que empleaban. Lo apalearon, le sacaron las uñas, lo colgaron de los dedos, la crueldad de Rodil no tenía límite. Pero la valentía de Olaya tampoco. Una y muchas veces el heroico pescador respondió que jamás revelaría quién había escrito la carta. Esta respuesta indignó a Rodil, quién ordenó su fusilamiento inmediato.
FUSILAMIENTO Olaya fue conducido al Callejón de los Petateros y, ante la presencia de los transeúntes que habían acudido a la misa que se celebraba por la festividad de San Pedro, fue fusilado el 29 de Junio de 1823 en la Plaza Mayor de Lima. El pasaje donde ocurrió este hecho lleva su nombre. José Silverio Olaya Balandra revive en nuestra memoria todos los 29 de Junio, pero su ejemplo heroico debe vivir cada día en las acciones de todos los peruanos.