La Reforma laboral me quita derechos a mi y a mi familia. Precariza las relaciones de trabajo de todos los trabajadores, instaura el despido libre y gratuito y le da un poder inimaginable a los empresarios sobre los trabajadores.
Yo no quiero esta Reforma Laboral que sigue la línea de las otras reformas instauradas por los mercados, que para salvar la crisis que ellos mismos han generado con una economía especulativa y desregulada, pretenden devaluar nuestros derechos y hacernos retroceder décadas de conquistas.
Nuestros derechos, nuestro estado del bienestar, nuestros servicios públicos, no nos los ha regalado nadie. Los pagamos día a día con nuestros impuestos, mientras los que más tienen, eufemismo de ricos, defraudan a la hacienda pública con consentimiento e impunidad.
La lucha de hoy y la huelga del día 29 son para que no nos devalúen la vida. Son para dignificar nuestro trabajo, para que sigamos teniendo derechos contra los abusos, para que los que acaban de descubrir el esfuerzo chino no pretendan convertir nuestros derechos en miseria.
Por todo ello, yo si iré a la huelga general.
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