Revista Cultura y Ocio

2ª CONTINUACIÓN DEL 2º CAPÍTULO DEL RETO, TEJIENDO UN CUENTO, POR MARÍA ORGAZ (MARRU):

Publicado el 30 marzo 2015 por Dulce
Hola a tod@s! Aquí os traigo la segunda continuación que se ha hecho a la historia que se puso en marcha en este nuevo reto, tejiendo un cuento.

Pueden ver el primer capítulo, o sea, el comienzo, en este enlace:
http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es/2015/03/nuevo-reto-tejiendo-un-cuento-2.html

Y si esta continuación sale ganadora tras las votaciones, pasará a ser el capítulo dos. Eso sí, antes de vota, deben de leerse y valorar, las dos continuaciones que se han presentado. 2ª Continuación by María Orgaz (Marru):


Allí estaba Jessica pegada a Richard tras aquel intenso beso que no se esperaba y que la dejó sin palabras. No pensó que sucedería algo así, aunque era lo que llevaba deseando todo el curso. Le miró a los ojos y quiso hablar pero no era capaz de pensar nada que decirle. Así que se apartó de él, se montó en su moto y se marchó a casa dejando a Richard allí plantado.

Durante el camino de regreso a casa su mente era un hervidero de pensamientos e ideas contradictorias. Por un lado, estaba contenta por haber conseguido un beso de su amor platónico y mucho menos después de la estrambótica cita; pero por otra parte, no podía quitarse de la cabeza a Jack.
Cuando llegó a casa, entró saludando con un audible “hola, no tengo hambre porque he picado algo en el cine, me voy a dormir”, para evitar un interrogatorio de sus padres y se encerró en su habitación. Necesitaba tumbarse y hablar con Emy y contarle todo lo sucedido. Cogió su móvil, y abrió la conversación de WhatsApp que tenía con su amiga que en cuanto la vio “en linea” comenzó a escribir.
«Hola, ¡cuéntamelo todo sobre tu cita con Richard!» «Hola. Pues dirás de mi cita con Richard y Anna...» Mientras que lo escribió no pudo evitar suspirar aunque con una sonrisa. «¿Cómo que Anna? ¿Estaban en plan parejita? ¿Y tú sola? Madre mía... ¿Y decidiste quedarte de carabina?» Jessica suspiró al leer las preguntas de su amiga, que sin duda estaba asombrada por la revelación que le acababa de hacer. Y se quedaría más sorprendida cuando le contase lo de Jack. Cuando en su mente recordó a aquel adonis, un escalofrío recorrió todo su cuerpo... Ella llevaba meses soñando con Richard, pero desde luego aquel joven tan perfecto había removido su interior. Jack era decidido, amable, simpático, cariñoso y bastante fogoso por lo que pudo comprobar por el beso. «Decidí quedarme porque en el aseo de hombres le pedí a un chico guapísimo que me acompañara en plan amigos. La verdad es que es encantador, guapísimo, para comérselo, y ¡cómo besa!» Al escribirlo le añadí un par de emoticonos graciosos con un muñeco sonrojado y otro lanzando un beso, sabía que mi amiga saltaría de la cama con la conversación. Pero Emy no respondió al WhatsApp lo que extrañó mucho a Jessica. Pero su extrañeza se terminó cuando vio que su amiga la llamaba por teléfono. La joven sonrió antes de darle al botón de responder la llamada. Dime, neni. Ya pensaba que no querías hablarme fingió un puchero al hablar. ¿Cómo que en el aseo le pediste a un chico que te acompañara? ¿Qué hacías en el baño de chicos? ¿Cómo le pediste una cita a un desconocido? ¿Cómo es? ¿Volverás a quedar con él? con tanta pregunta a punto estuvo de quedarse sin aliento mientras Jessica se echó a reir. ¡Frena que te vas a ahogar de tanto preguntar! exclamó con tono divertido. ¡Cuéntamelo todo ya! dijo con gran exigencia. Ella volvió a reírse antes de relatarle toda la historia de cómo supo que la cita a solas no era a solas y cómo conoció a Jack que le sirvió de acompañante y resultó ser una buenísima compañía. Cuando contó lo del beso, lo de los besos su amiga creyó desmayarse de la emoción. No solo había ligado con el desconocido, si no que el guaperas del instituto también la había besado. Así que la conversación se fue llenando de grititos de emoción por parte de ambas amigas que según lo recordaban pesaban que parecía una escena típica de una película. Pero se hacía tarde, así que colgaron para prepararse para descansar tras una tarde de tantas emociones. Cuando colgó el teléfono sintió una gran curiosidad por conocer un poco más a Jack. Rebuscó en su bolso donde había guardado el papelito con el teléfono del joven y lo grabó en la memoria del teléfono. No lo pudo evitar y se metió en el WhatsApp para comprobar si el chico también usaba la aplicación, tal vez tenía alguna foto de perfil en la que pudiera ver de nuevo su rostro. Efectivamente tenía una foto de un “selfie” en el que estaba indescriptiblemente guapo. Y decidió saludarle, a fin de cuentas ella no le había dado su número. «Hola, soy Jessica, muchas gracias por ser mi acompañante en el cine», añadí también un emoticono sonrojado. «Hola, preciosa, pensaba que no darías señales de vida a pesar de haber congeniado tan bien. Y por cierto, espero que no se te olvide que quiero una cita a solas», además de sus letras el joven añadió un emoticono guiñando un ojo. Ella se sonrojó al leer la respuesta de Jack, que además de instantánea tenía una propuesta para una cita a solas. Lo que la hizo sonrojarse más todavía. Durante unos segundos pensó en qué respuesta darle a aquel maravilloso chico. Pero antes de que escribiese nada, Jack volvió a escribir. «Podíamos quedar mañana por la tarde, nos tomamos algo y así podemos hablar. Por cierto, me encantó el beso» Jessica se sonrojó más si era posible. Aquel chico estaba ligando con ella descaradamente, y ella estaba encantada de la vida. Estaba volviéndose loca de pensar una respuesta adecuada, así que respiró hondo y prefirió dejarse llevar. «A mi también me gustó el beso, me pillaste por sorpresa. Pues por mi genial, quedamos por la tarde, si quieres vamos al centro comercial y ya vemos dónde nos sentamos. Nos vemos en la puerta principal a las 6» «Un beso preciosa, nos vemos mañana» Ella respondió con un emoticono que lanzaba besitos y no dijo nada más. Antes de que dejase el móvil en la mesilla, le llegó otro mensaje de WhatsApp, pensó que Jack le había escrito algo más. Su cara fue de auténtica sorpresa al ver que Richard le había escrito. Abrió la conversación con nerviosismo y curiosidad. «Veo que estás en línea. Me has dejado con la palabra en la boca tras el beso. Espero que mañana podamos hablar porque pretendía darte celos y me los has dado tú a mí» Cuando leyó la respuesta se quedó boquiabierta con los ojos como platos. Así que al final Richard sentía algo por ella, y por aquella razón llevó a Anna a la cita. Quería hablar con él, pero... Jack era un chico encantador que quería conocerla. Tenía que pensar las cosas, porque aunque llevaba todo el curso coladita por él, y seguía igual, había aparecido Jack que también le había gustado. «Vale, mañana hablamos. Un beso» Decidió irse a dormir, no quería continuar pensando en los dos chicos, porque sabía que entonces no pegaría ojo en toda la noche. No obstante, no durmió demasiado, a fin de cuentas tenía una cita por la tarde. Por la mañana vio que tenía bastantes ojeras para ir al instituto, así que usó un poco de maquillaje para disimular. Para su cita con Jack ya se cambiaría en casa antes de ir. Así que se puso unos vaqueros y una camiseta azul un poco escotada. Las clases empezaron igual de aburridas que siempre, hasta que en el descanso mientras charlaba con Emy de todo lo sucedido y lo confundida que estaba, alguien le dio un toquecito en el hombro. Al girarse casi se atragantó con el refresco, era Richard con expresión seria. ¿Podemos hablar un momento de lo de ayer? Jessica asintió con la cabeza mientras dedicó una mirada cómplice a su amiga. Se apartaron un poco para poder charlar tranquilamente lejos de los cuchicheos de sus compañeros. Ella se apoyó en el muro del edificio, frente a ella y a poca distancia se había quedado de pie su amor platónico. No creí que fueras a llevar a nadie a la cita, creí que te pondrías celosa y yo iría detrás tuya para quedarnos a solas su voz sonaba seria. Fuiste con un chaval que descaradamente ligaba contigo delante de mis narices, y tú estabas encantada. Se supone que te gusto yo -se notaba la irritación en su voz. Y yo creí que estarías solo, no iba a quedarme de carabina para que Anna se morreara contigo delante de mi Jessica estaba molesta y celosa y se notó en su respuesta. Richard sonrió al escuchar su respuesta de chica celosa, pero Jessica se ofendió mucho. Ni que fuera el rey del mundo como para tener que ir ella detrás de él. Entrecerró los ojos con furia sin dejar de observarle antes de abrir la boca para hablar. ¿Y tú que te crees? ¿Crees que eres el único chico que hay en el mundo? A Jack le he gustado tal como soy y es un chico estupendo dijo alzando la voz. ¿Ese chulo de la Harley? Venga anda... no puede competir conmigo. Además todo el insti sabe que estás coladita por mi. Sería todo un logro por mi parte que acabemos juntos esbozó una sonrisa de suficiencia mientras acarició el brazo con el dorso de su mano. ¿Perdona? ¿Es que te crees que soy un trofeo o algo así? Además no seas tan creído y chulo. No todas las chicas tienen que acabar contigo solo porque seas guapo Jessica estaba cada vez más indignada por la prepotencia del que creía el amor de vida. Si lo hago por ti, para que seas muy popular. La chica estaba cada vez más asombrada de la actitud de Richard, no podía creer que hubiera estado tan atraída por un chico que resultó ser un chulo y creído. Se apartó de él para volver junto a su amiga que había observado la escena y pudo ver la cara de enfado de Jessica. ¿Qué ha pasado? ¿Y esa cara? preguntó preocupada. Qué es un chulo y un idiota dijo mientras las lágrimas se agolpaban en sus ojos deseosas de salir para que su frustración se esfumase. Jessica estuvo contándole toda la conversación que había tenido con Richard mientras Emy se quedó con la boca abierta. No pudieron seguir hablando porque el descanso se terminó. El resto del día estuvo distraída y enfadada al mismo tiempo. Cuando llegó la hora de marcharse a casa, las dos amigas salieron por el pasillo charlando sobre todo lo ocurrido. Nada más salir por la puerta del institut, Jessica sintió que le sujetaron el brazo. Giró la cabeza y pudo ver que Richard era quien la sujetaba. Trató de zafarse de él mientras se enfurecía cada vez más. ¡Déjame en paz, idiota! Vamos, no te pongas así. Además entre nosotros hay química, lo noto. ¿Quedamos a eso de las 6 para hablar? No puedo, tengo una cita con Jack dijo mientras una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. Richard entrecerró los ojos mientras la sangre empezó a hervirle por dentro. Estaba tremendamente celoso y su lenguaje corporal lo corroboraba. Se alejó de Jessica mirándola enfadado mientras ella empezó a caminar con Emy para ir a sus hogares. Tía, pobrecito está muy celoso. Me da igual. Ya me he cansado. Llevo coladita por él todo el curso y resulta que es un idiota no pudo evitar que sus ojos se humedecieran. Decidieron no hablar más del tema, a fin de cuentas, Jessica tenía que prepararse para su cita con Jack. Quería estar perfecta y conocerle mejor. Emy fue a casa a comer con ella y así ayudarla. Tras observar la ropa del armario durante más de media hora, decidieron que la mejor opción era una camiseta azul con escote de pico y un vaquero ceñido. Se maquilló ligeramente, quería ir con un estilo más casual a su cita. Cuando llegó la hora de irse, Emy deseó suerte a su amiga y por supuesto un “informe detallado” de la cita. Jessica cogió su moto para ir hasta el centro comercial. Aparcó y fue a esperar a Jack a la puerta principal, tal como habían quedado. Pero se sorprendió al ver que él ya estaba esperando. Hola, espero que no lleves esperando mucho tiempo dijo ella sonrojada sin saber si darle dos besos para saludarle. Tranquila acabo de llegar. Además quería cogerte esto respondió el joven mientras que le tendía una rosa roja que tenía escondida tras la espalda. Tras lo que le dio un rápido beso en los labios. Jessica se sonrojó más todavía y se sorprendió de ver cómo había sido el saludo del joven al que casi no conocía. Él sonrió al ver su reacción. Después cogió su mano y empezó a caminar por le pasillo, parecían dos novios paseando por el centro comercial. Fue Jack quien comenzó la conversación mientras buscaron un lugar para tomar algo. Al principio hablaron de temas triviales, pero poco a poco empezaron a preguntarse por sus gustos, por sus aficiones... estaban conociéndose más, y ambos estaban encantados. La cita estaba siendo perfecta. El joven era muy cercano y cariñoso y Jessica se sentía como una princesa con tantas atenciones. Desde luego era el chico perfecto, y lo tenía todo para ella. Tras tres horas en las que además de conversaciones, caricias, sonrisas, miradas y algún que otro beso esporádico, también tuvieron tiempo de hacerse unos cuantos “selfies” para inmortalizar tan hermosa cita. Se prepararon para otra foto, ambos sonreían mientras esperaban que saltase el temporizador que hacía la foto, Jack giró su rostro para salir besando a Jessica, cosa que así ocurrió. Hasta que aquel precioso momento, una voz les interrumpió. Iros a un hotel que no es el lugar... dijo Richard con crispación en la voz. Jessica y Jack giraron sus rostros para ver cómo Richard estaba delante de ellos con los brazos cruzados y dedicando una “mirada asesina” al encantador Jack. 


Nota: Tenéis 24 horas para votar. Mañana, sobre esta hora, diré qué continuación será la que pasará a ser parte de esta historia que estamos tejiendo en el reto, "tejiendo un cuento".
Sí os puedo avisar desde ya, que a las que les toca hacer la continuación, o sea, el capítulo 3, son:  

-Lyd Macan

-Hada Fitipaldi

-Jaz

Bien, deciros que tenéis que dejar vuestro voto en esta entrada. Tenéis que decir cuál de los 2 relatos os gusta más, si el de Déborah F. Muñoz, que pueden leerlo/verlo AQUÍ, o este que aparece en esta entrada.


¡Gracias por vuestra colaboración y saludos!

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