Hola
a tod@s! Aquí os traigo la segunda continuación que se ha hecho a la
historia que se puso en marcha en este nuevo reto, tejiendo un cuento.
Pueden ver el primer capítulo, o sea, el comienzo, en este enlace:
http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es/2015/03/nuevo-reto-tejiendo-un-cuento-2.html
Y
si esta continuación sale ganadora tras las votaciones, pasará a ser el
capítulo dos. Eso sí, antes de vota, deben de leerse y valorar, las dos
continuaciones que se han presentado.
2ª Continuación by Lyd Macan:
Capítulo Tres
El resto de la tarde con Jack fue bastante
entretenida, le permitió conocer algo más del chico con pinta de playboy. Aunque
la primera impresión cuando alguien lo veía era de peligroso y chulo, luego no
era tanto, aunque tenía un aura de misterio que te atraía como a un imán.
El chico la acompañó hasta cerca de su casa, pero
antes de que cada uno tirara para una dirección, hicieron un parón en un parque
cercano a la casa de Jessica. Se bajaron de la moto y él aprovechó para
agarrarla por la cintura y pegarla a él.
—Mañana voy a ir a recogerte a casa y te llevaré a
clase —le dijo quitándole un mechón de la cara—. Quiero pasar todo el tiempo que
pueda contigo.
«¿Pero si él
tiene clase cómo me va a acompañar?»Lo
miró un poco desconcertada, aunque por otra parte se sentía… ¿ilusionada? Era una
sensación extraña, como mariposas en el estómago.
—Cla…claro —tartamudeó la chica sonrojándose—, ¿pero no
tienes clase?
—Sí, pero no pasa nada si llego unos minutos más
tarde.
—Entonces su…supongo que está bien —le sonrió tímida—. Luego
te mando la dirección de mi casa.
—Estupendo, a las 8 estaré allí, te llevaré en mi
moto y a la vuelta te recojo —sonrió torcidamente.
Ella asintió totalmente sonrojada por la vergüenza. La
sonrisa del chico se hizo más amplia al verla. Le cogió la barbilla y le
levantó la cara con cuidado para que se vieran a los ojos. Lentamente acercó su
cara y atrapó sus labios en un beso suave, pero con el paso de los segundos
incrementó su pasión, siendo abrasador.
Se separaron jadeando por falta de aire y Jessica
totalmente roja y los ojos brillantes. Jack la abrazó por unos instantes, sorprendiéndola
a ella y a sí mismo, nunca era tan cariñoso, pero pensaba que esos momentos a
ella le vendría bien. Se separó de ella y con un guiño se montó en su Harley, alejándose
en cuestión de segundos.
Mientras ella veía como se alejaba,
inconscientemente se llevó una mano a sus labios y los tocó. Estaban un poco
inflamados por el impresionante beso que le había dado Jack, la había dejado…en
las nubes.
«¿Qué me está
haciendo este chico?», se preguntó
mientras se montaba en su moto y conducía a su casa. Su mente estaba echa un lío,
no entendía cómo podía llamar la atención de un chico como Jack, sin embargo,
por otro lado estaba Richard. «Soy masoquista», se decía a sí misma una
vez ya en su cuarto, dejándose caer en su cama y enterrando la cabeza en la
almohada. A pesar de lo que hizo Richard en el cine y luego su vago intento de
arreglarlo, sentía ese “amor platónico” por él.
Suspiró y se puso a hablar con su amiga por WhatsApp
contándole todo lo que había pasado por la tarde con Jack. Hablaron también un
rato sobre el extraño comportamiento de Richard, pero Jessica estaba muy
cansada y se fue a dormir.
De pronto, le despertó un pitido y buscó a tientas
su móvil. Al desbloquearlo vio que eran las dos de la mañana y tenía un mensaje
de Jack.
«Hermosa, creo
que se te ha olvidado mandarme cierta dirección, ¿o es que estas huyendo de mí,
gatita?
«Lo siento, me
quedé dormida y se me pasó completamente. Aunque… ¿Quién sabe? Tal vez quería deshacerme
de ti ;)»,le escribió y sonriendo
como una tonta apagó el móvil tras enviar el mensaje con su dirección, y se durmió sonriendo.
A la mañana siguiente se levantó llena de energías, saludó
a sus padres que se iban para trabajar y desayunó tranquila. Cuando estaba secándose
las manos al ritmo de la música, se movía por la cocina, un golpe en la ventana
la sobresaltó y descubrió a un Jack sonriendo socarrón.
Dejó el trapo en su sitio y abrió a Jack por la
puerta que daba al patio. Se hizo a un lado para que pasase, pero sin mirarlo a
la cara. Estaba roja como un tomate y muerta de vergüenza. «¡Dios, me ha pillado bailando, que vergüenza!, me pregunto qué pensara
ahora de mí…» Se mordió el labio pensativa.
—No sabía que te movías de esa forma.
—No suelo bailar…en público, además tampoco me conoces
mucho —murmuró mirando para cualquier sitio menos para él.
—Otra sorpresa que me llevo contigo —le sujeta por la
barbilla y la mira a los ojos—, no dejas de sorprenderme, Jessica, y eso me gusta.
Ella retrocedió un paso para coger sus cosas, necesitaba
poner un poco de distancia entre ambos, estar cerca de Jack la trastocaba.
—Bueno, ya estoy…lista —se toca la oreja nerviosa.
—Pues vamos entonces —sonrió burlón y la siguió hasta
la salida.
Cuando llegaron al instituto se formó un pequeño
revuelo al verlos llegar, y más cuando él se despidió de ella con un beso en la
mejilla, cerca de sus labios. Ella pasó las tres primeras horas como en una
nube, ignorando todos los cuchicheos que había sobre ella y el misterioso chico
de la moto que la había traído hoy a clase.
Al llegar la hora de gimnasia, que era la última de día
y la cuarta, ya que hoy salían dos horas antes por los profesores que faltaban,
estaba deseando salir por fin. En el día de hoy, Richard no se había acercado a
ella, eso la desconcertaba, pero estaba aliviada, seguía enfadada con él, sin
embargo, no dejaba de mirarla.
Estaba entre enfadada y nerviosa por tanta miradita,
tanto de reojo como fija. Cada vez que giraba la cara lo encontraba mirándola,
ni se molestaba en hacerlo disimuladamente. Por fin la ultima hora acabó y ella
se dirigió a guardar el material, así aprovechaba para alejarse del constante escrutinio
de Richard.
Suspiró una vez que dejó las cosas en su sitio y
salió de la habitación hacia el patio, pero chocó contra alguien. Levantó la
mirada y para su sorpresa era Richard.
—¿Qué…qué quieres?
—Solo hablar contigo ahora que estas sola —se encogió
de hombros quitándole importancia.
—Pues no puedo, me tengo que ir y…
En un rápido movimiento, Richard la tenía apoyada en
la pared y apoyó sus manos a cada lado de su cabeza. «¿Qué narices se cree que hace?», se preguntaba ella viendo como los
tonificados brazos de él estaban a ambos lados de su cabeza.
—Me vas a escuchar aunque sea unos minutos.
—Mira, no tengo por qué escucharte si no quiero, y
ahora mismo no tengo ni tiempo ni ganas de escucharte—le espetó ella empezando
a molestarse.
—¡Lo vas a hacer! ¡Maldita sea, Jessica, solo escúchame! —exclamó
él exasperado.
Ella lo miró asombrada, nunca lo había visto ponerse
de esa forma con nadie, exasperarse ni elevar la voz.
—No… no quiero… —tartamudeó mirando a su alrededor.
—Yo solo llevé a Anna porque no parecías muy cómoda con
la idea de ir solo conmigo y…
—¡Oh, venga ya! —exclamó ella empujándolo.
Ella podía aguantar muchas cosas, pero no que encima
le echaran la culpa de haber llevado a otra chica. Si lo hizo fue porque él quería.
—A mí no me vengas con esas, Richard, no soy estúpida.
Espero que te hayas reído a gusto de mí con tus amiguitos—le dijo echando fuego
por los ojos.
—Jessica…
—¿Qué está pasando aquí? —inquirió una voz a las
espaldas de Richard—, espero que no la estés molestando.
—¿Tú que demonios haces aquí? —se giró Richard para
encarar a Jack.
—Vine por ella, habíamos quedado, y si te digo la
verdad —lo miró de arriba abajo con una mueca desdeñosa—, no me gusta que idiotas
como tú la entretengan cuando ha quedado conmigo.
—Jack…vámonos, por favor —le susurró ella agarrándose
de su brazo.
—Mira, amigo, tú aquí no pintas nada, así que no te
metas en conversaciones que no te incumben.
—Me incumben en el momento en que la estas
molestando —dijo Jack dando un paso hacia él—. Te lo advertí la otra vez, ¿te voy
a tener que romper la cara?
—¡Jack! —exclamó Jessica tirando de su brazo para
llamar su atención—. Por favor, vámonos, no merece la pena.
—Está bien —le sonrió a ella y luego miró con desdén
a Richard—. No te vuelvas a acercar a ella.
Con eso se dio la vuelta y dándole la mano a Jessica
se fueron alejando del lugar y dejando a Richard echando humo por las orejas.
—¡No me voy a rendir fácilmente! —le gritó retándolo.
Jack se paró y sonriendo como el gato de Alicia en
el País de las Maravillas, miró a Jessica, le guiñó un ojo y se giró para mirar
al otro chico.
—Que gane el mejor, entonces.
Jessica miró a ambos petrificada, sin entender como había
llegado a esta situación. «¿Qué va a pasar
ahora? ¿Desde cuándo es esto una competición?»
Nota: Tenéis 48 horas para votar. El viernes, sobre esta hora, diré qué continuación será la que pasará a ser
parte de esta historia que estamos tejiendo en el reto, "tejiendo un
cuento".
Sí os puedo avisar desde ya, que a las que les toca hacer la continuación, o sea, el capítulo 4, son:
-Ariuska
-inma
-Mari
Bien, deciros que tenéis que dejar
vuestro voto en esta entrada. Tenéis que decir cuál de los 2 relatos os
gusta más, si el de Jazmín Romero, que pueden leerlo/verlo AQUÍ, o este que aparece en esta entrada.
¡Gracias por vuestra colaboración y saludos!