2ª CONTINUACIÓN DEL 5º CAPÍTULO DEL RETO, TEJIENDO UN CUENTO, POR MARI:

Publicado el 17 abril 2015 por Dulce
Hola a tod@s! Aquí os traigo la segunda continuación que se ha hecho al capítulo cuatro de la historia que se puso en marcha en este nuevo reto, tejiendo un cuento.
Pueden ver lo que hay escrito hasta ahora, por medio de este enlace:
http://elclubdelasescritoras.blogspot.com/2015/04/historia-que-esta-siendo-tejida-en-el.html

Y si esta continuación sale ganadora tras las votaciones, pasará a ser el capítulo cinco. Eso sí, antes de votar, deben de leerse y valorar, las otras dos continuaciones.

Ahora, os dejo la segunda recibida, luego, en otros post, os pondré la otra.

1ª Continuación by Mari:


CAPÍTULO 5

—Jessica, ¿qué hace fuera de clase? No pensé encontrarla en el pasillo, con lo buena alumna que es usted —Le regañó el profesor.
—Estaba distraída y no me había dado cuenta de que ya había empezado la clase. Además, no no me encuentro muy bien. De hecho, le estaba pidiendo un Termalgin a Richard, pero no tenía.


—Si no se encuentra bien, márchese a casa.
—No se preocupe, le preguntaré a Doña Tomasa si tiene uno y asistiré a la clase. Solo es un poco de dolor de cabeza. Gracias por preocuparse y siento que haya malinterpretado la razón por la que no hubiéramos entrado a las clases aún.
De nada por la preocupación, pero que no vuelva a ocurrir dijo comenzando a alejarse por el pasillo Y mejórese.
No se preocupe, que no volverá a ocurrir —Le aseguró Jessi mientras se dirigía hacia la puerta del aula que le correspondia.
«¿Cómo había sido capaz de mentirle a un profesor por culpa de lo que acababa de pasar con Richard? Sé que esto no es correcto o quizás, sí... ¡ya no lo sé! Estoy hecha un completo lío», se dijo Jessica mentalmente.
Entro a clase y después de pedirle un Termalgin a Doña Tomasa para que no se descubriera su mentira. Luego, asistió a clase, pese a que su mente estaba todavía en el pasillo reproduciendo todo lo que había pasado.
El resto de la mañana pasó volando, ya que se le había pasado un poco el sofocón de lo ocurrido al no cruzarse de nuevo con Richard durante el resto del día. Terminó de recuperarse cuando vio a Jack esperando a la salida con una gran sonrisa junto a nuestras motos.
—Hola, gatita, ¿Qué tal el día? —Le preguntó acercándose a su cuerpo hasta que estuvo al alcance de sus manos.
—Al verte a ti, todo lo que me ha pasado, está ya olvidado.
—Me alegro de haberte alegrado el día. ¿Vamos a dar una vuelta o prefieres que te acompañe a casa y estudiamos un rato juntos?
—¿Quieres que estudiemos juntos? —preguntó Jessica un poco extrañada.
—Sí, ¿por qué no? No quiero acabar siendo para ti una mala influencia y que tus padres se molesten conmigo si bajas tus notas.
—No me hagas reír. ¿Tú para mí una mala influencia?, ¿no crees que pueda ser al revés? Y en cuanto a mis padres, el único que se puede molestar es mi padre —indicó ella con un poco de tristeza.
—Yo creo que es imposible que tú seas la mala influencia aquí —dijo rozando su rostro con el dorso de la mano—. Pero vamos para tu casa a estudiar y así tengo posibilidades de caerle bien a tu padre. Pues el otro día me miró como si no le gustara para ti.
—Él es muy protector —aclaró Jessica mientras ambos se montaban en sus respectivas motos para dirigirnos a la casa de ella.
El camino hacia allí le resultó muy corto a la chica. Pero si optaba mejor dar una vuelta y volvía a llegar tarde a casa, seguro que su padre se pondría furioso con ella, porque como Jack acaba de decir, era cierto que a su padre no le gustaba él para ella.
Aparcaron y entraron cogidos de la mano, dirigiéndose directamente hacia el comedor para acomodarse en la mesa.
—Hija, ¿no me vas a presentar a tu amigo? —preguntó de pronto el padre de Jessica desde la puerta.
—¡Claro, papá!. Él es Jack —dijo la joven con los nervios metidos en el estómago, gracias a la forma en la que acababa de aparecer su padre.
—Un placer conocerle, señor —respondió Jack dirigiendose hacia él para estrecharle la mano.
—Igualmente, muchacho. Pero puedes llamarme Lucius, no hace falta que me digas señor.
—Como usted diga, Lucius.
—Hija, Richard acaba de irse. Me ha dicho que te diera estos apuntes que le dejaste el otro día. Dice que ya ha terminado con ellos. Le he dicho que se esperara, que estarías por llegar y que así te los podría dar él mismo, pero no ha querido.
—No te preocupes, papá, mañana le doy las gracias personalmente por traérmelos.
—De acuerdo, hija. Si queréis tomar algo he preparado zumo y lo he metido en la nevera a enfriarlo un poco.
—Vale, papá, ahora me traigo un par de vasos.
—Voy a salir un momento. Si necesitas algo, llámame.
—No te preocupes, papá, vamos a estudiar. No creo que vayamas a necesitar algo —objetó Jessi, despidiéndolo con un beso a la vez que éste le decía al oído que se portaran bien.
Mientras Lucius cogia las llaves del coche, Jack terminaba de acomodar sus libros en la mesa y le ayudaba a coger los dos vasos de zumo. Una vez que lo escucharon marcharse, la pareja se relaj, ya que todo había ido bien y el hombre no se había molestado.
—¿Crees que le he caido mejor que el otro día a tu padre?
—Creo que sí le has caido mejor al mostrar que te interesas por tus estudios. Él es muy recto respecto a que termine mis estudios.
—Me alegra saber que le he caido mejor. Ahora vamos a estudiar, que no quiero pensar en que ha estado aquí ese tal Richard.
—Sí, vamos a estudiar, será lo mejor —convino ella, abriendo sus libros.
***
Richas pensó que había cometido una gran estupidez presentándose en la casa de Jessica y dándole a su padre unos supuestos apuntes de ella que en realidad eran la carta que tantas veces había querido darle, explicándole sus sentimientos hacía ella y a la que había unido otra diciéndole que estaba dispuesto a pelear con Jack por ella todo lo que hiciera falta, después de lo que había sucedido esta mañana. El joven no estaba dispuesto a pederla tan fácilmente, pese a que aun no eran nada más que un amor platónico.
Pensó que una vez que se hacen las cosas, que no sirvía de nada arrepentirse ya que una vez que estaban hechas, no se podía volver atrás y arrepentirse. Éso solo sirvía para uno martirizarse pensando en lo que has hecho o dejado de hacer. Así que al joven solamente le queda esperar a mañana para saber si Jessica acabaría leyendo sus cartas o no.
«Ahora lo que debo hacer es llegar a mi fría y solitaria casa a prepararme la cena y ha estudiar un poco antes de que se vaya mi hermano a trabajar, que llevo ya varios días sin verlo y no lo voy a conocer cuando lo vea. Y así le puedo pedir consejo respecto a lo que estoy pasando. Es posible que el se haya visto en una situación parecida o sepa que aconsejarme», se dijo Richard mientras hacía exáctamente eso.
***
La tarde estudiando con Jack a Jessica se le pasó volando. Lo cierto era que le cundió bastante. La pena era que se les había hecho la hora de la cena y el chico se tenía que ir a casa.
Para que el padre de Jessica no se molestara, ambos se despedieron delante de él, que acababa de llegar, con un casto beso en la mejilla.
Una hora más tarde, cuando ya estaba la joven en su dormitorio preparándose para irse a dormir, recibió un WhatsApp de Jack:
«Gatita, no sabes lo que he extrañado no haberte podido besar como Dios manda, para despedirnos. Pero igualmente, soñaré contigo... Espero que tú sueñes conmigo. Buenas noches»
A lo cual ella le respondió que también soñaría con él. Después de enviarle ése mensaje, se acostó al tiempo que su padre entraba en el dormitorio.
—Hija, ¿podemos hablar un momento? —Le preguntó éste asomándose tímidamente por la puerta semicerrada.
—¡Claro!, dime, papá.
—¿Habéis hecho algo mientras yo no he estado en la casa de lo cual te puedas arrepentir?
—¡Papá! ¿No confías en mí? Solo hemos estado estudiando.
—Sí confío en ti. Y ahora que me has presentado al muchacho confío un poco en él también, pero no quiero que te haga daño o se aproveche de ti.
—Tranquilo, papá, si veo que me va ha hacer daño me alejaré de él. ¿De acuerdo?
—De acuerdo, hija, pero ten cuidado. Buenas noches y que descanses.
—Buenas noches, papá, tendré cuidado —Le prometió Jessica, viéndolo salir del dormitorio y dejándola a ella pensando en si realmente tendría que llevar cuidado con Jack, o no... ¿Seguro que era un chico de fiar?