En el caso de mis princesitas, tercer embarazo, gemelar de riesgo, un tanto complicado, con nacimiento prematuro, imaginar... lo especial.
Desde el momento que supe que las estaba esperando, reconozco que el miedo se apoderó de nosotros, pero en el fondo me sentí la mujer más feliz del mundo, sabía que era una afortunada.
El saber que estaban ahí juntitas, revolotenado dentro de mí, alimentandos de mi sangre, de mis emociones, de mi vivir, hizo nacer en mí el deseo y la necesidad de ser una mujer aún más fuerte y decidida, capaz de enfrentarse al mundo por defender su vida.
Pedía con todas mis fuerzas que se las permitiera nacer, que todo saliera bien, pues para mí el único y más grande temor era perderlas.
Tenian mucha prisa por nacer.
Fué todo muy rápido, no olvidaré en la vida los nervios que pasamos, la sensación de profundo vacio que me atrabesaba, al no poder ni siquiera verlas la carita, rápido para la incubadora de neonatos.
Nadia con 1,850 y Aitana 1,750, necesitaban muchos cuidados fuera de mi alcance, lo sabía, pero fué muy duro.
Postrada en la cama, bacía, impotente, moría por verlas.
Al día siguiente aún mareada, en contra un poco de las indicaciones médicas, subi a conocerlas, no podía aguantar más.
Uff cuando las ví...
Las cojí en brazos, las abracé, las apreté contra mi pecho muy despacito, eran tan chiquitinas.
Abrieron los ojos, me sonrieron, me conocian, me sentian, me necesitaban.
Os juro que ese día me cambió la vida, no sé si me sabre explicar., me está pudiendo la nostalgia.
Recuerdo a los medicos y enfermeras que nos atendieron durante los 22 días de ingreso, a los que estaré agradecida de por vida.
Cada una de las visitas eran igual de especiales, un logro, un avance, una buena noticia.
Una al lado de la otra en sus burbujas de cristal, luchando con todas sus pequeñas fuerzas por agarrarse a la vida.
Cuando las cojiamos en brazos sonreían, como si sintieran que en nuestros brazos estaban bien protegidas. Sabian que las amabamos y que a nuestro lado todo estaría bien.
Para nosotros, como seguro para cada padre/madre de prematuros, fué y será la experiencia que más nos ha marcado en la vida, la felicidad hecha realidad.
Cada una de las lagrimas de amor y de felicidad que derramamos durante ese tiempo, se convertirtieron en la necesidad de ser mejores cada día, para que nada malo les pase o falte en la vida.
Doy gracias a la vida por haber podido disfrutar durante estos dos años de su buen crecimiento, de sus preciosas sonrisas, de las primeras palabras, los primeros pasos, travesuras...
Y hoy 13 de Diciembre que cumplen 2 añitos:Felicidades Princesitas !!!Gracias por haber llegado a nuestras vidas Nadia y Aitana, chiquitinas mias.Hoy os quiero decir, que os amo, que soys junto a vuestros hermanos una de las razones de mi existir y que cada día al despertar doy las gracias por haber tenido la dicha de teneros.Aunque sé, que ya lo sabeis, porque es algo que os lo digo con frecuencia Os Amo y siempre necesitaré de vuestra presencia.Soy las reinas de la casa. Os queremos con locura.Felicidades Princesas !!!