Después del rico cordero de la noche anterior, de dar el parte a los desorganizadores de esta ''RAID BURKINA FASO, CAGÓN EL ÚLTIMO'' (que nadie se extrañe, el nombre lo ibamos adaptando a la africana, es decir, sobre la marcha!), de que los hermanos moteros me llamasen para comentar que se habían quedado a pasar la noche en el pueblo anterior y al siguiente día de nuevo nos cogían , y de intentar, sin éxito, agregar mapas a la ``dichosa tablet´´ de Juan hasta altas horas de la madrugada y decidir que continuaría al día siguiente con ello, mudándome a su Mitsubishi por un día…llegó el 3 de Agosto y con él llegaba el final de Marruecos y el principio de lo que para mí ha sido: otro viaje.
La mañana con mis nuevos anfitriones y a bordo de la Mitsu fue pausada, distendida y muy entretenida:
``Flaca´´ se convirtió en mi nombre ese día.Iba a bordo de ``La putilla´´, que seguro había sido bautizada previamente, al igual que se hace con un buque, con una botella…de ron.Parábamos cada poco al grito de: Pisha!!!! Foto, foto, foto!!!!Y en cada parada se aprovechaba para tomar un café, una macedonia de fruta o agua fresca de la que más adelante sería: una muy codiciada nevera.
De vez en cuando y como si estuviesen colocados estratégicamente allí para romper la rutina…junto a los acantilados habían una, dos o tres cabañas artesanales de pescadores, que las apreciabas después de ver asentadas en la arena unas rústicas barcazas, casi todas con los interiores pintados en azul y motivos que rememoran los 60’ dibujados en su exterior.
Una de las veces que atracamos la Mitsu y ya próximos a Dakhla nos encontramos a Josete y a los moteros (Leon & Andrés). El resto habían decidido saltarte el punto de encuentro e ir directamente hacia Barbás.
Y allí, en una gasolinera perdida del Sahara, no sé bien como empezó, pero me lo acabé pasando en grande.
Un Defender había pinchado una rueda (lo raro allí es que no revienten las 4). Pedro vio apurado al dueño (que algo tenía que ver con la gasolinera) y se prestó a ayudarle.
Cuando bajé del coche, él ya estaba manos a la obra intentando hacerse entender con el hombre en france-english, su mujer se había ido a un cuarto junto a la gasolinera y su hijo (un niño de no más de 7 años y de nombre impronunciable) me estaba alegrando aun más si cabía el día.
A él volveré más tarde, puesto que más adelante volvimos a coincidir.
Mientras el pequeño me llevaba con su madre a tomar un té y se divertía haciéndose fotografías con mi cámara, presentándome a su perrito, jugando conmigo, oia a Pedro que seguía intentando entenderse en france-english con el padre de familia.
Yo…seguía disfrutando de la amabilidad y la generosidad de una maravillosa saharaui con la que a duras penas lograba entenderme.Pero en ocasiones no hace falta entender lo que dicen para comprenderles. Y esta era una de esas ocasiones.
Cuando salimos fuera, a Juan se le ocurre preguntarle al hombre algo muy acertado: - Tu eres Marroquí? Mauritano?- No, de Cuba!!
La reacción no se hizo esperar:- Pedro!!! Pisha!! Que haces hablando con el cubano en france-english??
La cara de Pedro…un poema.
El resto de la tarde continuó en carretera hasta que llegamos Café Barbás ya al anochecer.
Como se agradece una cena, una ducha y una cama!!