La verdad es que de noche la cámara no la saco. Primero porque si voy a un bar me gusta ir sin demasiadas cosas, y la cámara implica una cartera más grande de lo que soporto... mochila out! Y, reconozcámoslo, esta ciudad no está para salir con muchas cosas encima, menos de noche.
Además, mi pulso es terrible, de noche, lugar oscuro, y un poco (?) de alcohol no ayudan.
Pero bueno, en esta oportunidad en particular, como ya iba cargada, no molestaba cargar algo más... así que hice la prueba.
No la saque de entrada, es más, se hizo rogar, pero finalmente salió, ya con las copas y los platos vacíos.
Y si, la verdad es que no iba a Dill & Drinks por las fotos. Iba por los tragos, y por la carta que suben todos los días en twitter. Tenía hambre! Ah, y por la compañía.
Además, desde la primera vez que fui, el lugar me encantó. Si mi casa quedara más cerca definitivamente sería habitué. Como decía la canción de una serie ochentosa: Where everybody knows your name,and they're always glad you came. Es ese tipo de lugar.
Creo que mucho tiene que ver también la ubicación. Como escribo cada vez que voy a un lugar por este lado de la ciudad, me encanta. Es totalmente distinto a Palermo. Palermo va y viene sin parar. Si no vas relativamente seguido a un lugar, probablemente cuando vuelvas no este, o haya cambiado algo, o simplemente haya perdido su encanto. De este lado eso no pasa. Y por eso me encanta.
La reseña verdadera de Dill & Drinks la dejo para alguien con más experiencia (además de la diversión) en estos asuntos. Y también las fotos de los vasos llenos.