La mayoría de nosotros responderíamos que sí, sin embargo, esta afirmación sería un error de nuestra parte. La preparación no se limita a verificar los sistemas de alarma. De hecho, desde el punto de vista legar la planificación contra emergencia requiere mucho más elementos de los que creemos.
Nadie está a salvo de un desastre, ni siquiera tu, mi apreciado lector. Asegura te que tu instalaciones (áreas comunes y centros de datos) están verdaderamente preparada para lo peor, evitando estos 3 errores.
1) NO estás en riesgo
Es tentador pensar que tu instalación es de alguna manera inmune a los desastres y otras emergencias, si nunca te has visto afectado por un evento adverso de gran escala con anterioridad. La verdad es que cada edificación está en peligro. La comprensión de estos riesgos te ayudara en el largo camino de mantener seguro a los ocupantes y a la información de la organización.
Al revisar tus planes ten en cuentas las vulnerabilidades a los tres tipos de desastres:
- Naturales: es probable que la ocurrencia de un desastre natural te sea el más familiar, sin duda ya sabes, si tu instalación está cerca de una falla o está en una zona de inundación. Sin embargo este tipo de desastre pueden incluir cualquier cosa, desde los fenómenos meteorológicos hasta enfermedades por plagas de insectos.
- Hechos por el hombre: esta categoría incluye los riesgos tanto intencionales como accidentales que se convierten en grandes desastres si no se tratan adecuadamente. Crímenes y terrorismo son desastres hechos por el hombre, así como disturbios civiles, ya que puede derivar en un comportamiento destructivo.
- Tecnológico: Muchos desastres tecnológicos son híbridos que incorporan elementos de los peligros naturales y/o de origen humano – por ejemplo, un apagón prolongado causado por un fenómeno meteorológico (naturales) puede dar lugar a disturbios civiles (el hombre) si el problema no puede resolverse rápidamente. Otros desastres tecnológicos incluyen colapsos estructurales y la exposición de materiales peligrosos.
2) LOS PLANES SON ADECUADOS
¿Con qué frecuencia entrenas a tus empleados en el plan de acción de emergencia de tu empresa? Si la respuesta es “ninguna”, entonces, tu negocio es como muchos otros, dirigido por personas bien intencionadas que creen que están en conformidad con las normas vigentes, cuando la verdad es todo lo contrario.
¿Cómo se puede evitar esto? Comienza por revisar los planes de contingencias y emergencias actuales, lo más probable es que no se han actualizado recientemente. Nuestro plan de emergencia debe tener como mínimo los siguientes elementos:
- Cómo informar de un incendio u otra emergencia
- Los procedimientos de evacuación de emergencia, incluyendo el tipo de evacuación y las rutas de salida
- Las operaciones críticas de la planta (por ejemplo, el cierre y/o apagado de ciertos sistemas) y que debe llevarse a cabo antes de evacuar a todos los demás
- Cómo verificar la presencia de todos los empleados después de la evacuación
- Procedimientos para los empleados que realizan tareas de rescate o primeros auxilios
- Los nombres y cargos de los empleados que pueden explicar el plan y las tareas asignadas
- Los empleados con tareas especiales en el plan de acción, estos forman parte del equipo de emergencia, una parte importante del rompecabezas. Estas personas serán las que dirigen las evacuaciones o reúnen a la gente en las zonas de concentración designadas, ayudan a cerrar los servicios públicos y realizar otras tareas vitales.
Recuerda que tu protocolo de emergencia nunca está realmente completo. Es fácil dejar que se llene de polvo después de una actualización importante, pero, no quisieras que en medio de una emergencia te des cuenta de que el plan de localización de los empleados no está actualizado
3) Eres inmune de repetir errores
Por otro lado puede que las organizaciones estén bien preparadas, pero, pueden subestimar su vulnerabilidad a los desastres hechos por el hombre, tecnológicos y las emergencias de pequeña escala. Una gran cantidad de organizaciones no anticipamos disturbios civiles como algo que deben planificar”,
Cuando la emergencia inmediata ha terminado y la recuperación está en marcha, no está fuera de peligro. De hecho, el mayor desafío al que se enfrentan después de un desastre puede ser su propia satisfacción, un desastre puede ocurrir en el mismo lugar dos veces y la ausencia de una reciente amenaza no significa que nunca tendrás que soportar un evento adverso. Nadie puede anticipar por completo los efectos en cascada que una amenaza potencial tendrá, pero hay pasos preparatorios que puedes tomar con antelación.
Las emergencias tienen la costumbre de causar pánico. Pánico es impulsado por el miedo y parte de ese miedo es no saber lo que está pasando o qué hacer. Si puedes reducir la probabilidad de que ocurra, tienes una mayor probabilidad de asegurar que hay orden en una situación caótica
Te interesa implantar o actualizar el plan de emergencia de tu organización, no dudes en contactarme en la sección de servicios….