3 maneras en que endeudarse puede ser una buena idea

Por Finproyectos @FinProyectos

"Endeudarse" es quizás una de las palabras más temidas, para algunas personas, dentro del ámbito de la gestión financiera personal y empresarial. De hecho, hay personas que por temor a faltar al compromiso evitan hacerlo y se eximen de obtener tal o cual bien en determinado momento.

Máxime con el bombardeo constante de instituciones financieras que publicitan sus opciones de deuda y cómo, prácticamente para todo, hay un tipo de préstamo "pensado para ti"

A todo esto, la decisión de asumir una obligación financiera de deuda no necesariamente tiene que tronarse en una pesadilla. De hecho existen situaciones particulares en donde la única opción es financiar aquello que se quiere obtener.

En ese sentido, nos interesa abordar tres maneras en donde endeudarse puede ser una buena idea. De forma que se convierta en una opción o alternativa dentro de la gestión financiera personal y empresarial.

La intención de la deuda es facilitar recursos económicos a personas y empresas que no tienen la cantidad necesaria disponible en el momento para adquirir bienes o servicios determinados.

Sin embargo, estos recursos no son gratis, sino que implican una serie de costos y gastos relacionados tanto al manejo y expedición del mismo como con el margen de beneficio que obtienen las instituciones financieras que los facilitan.

En ese tenor, existen dos costos básicos relacionados a la mayoría de los préstamos:

  • Intereses: En esencia, es el valor del dinero en el tiempo, el cual resguarda tanto la depreciación natural del dinero y la satisfacción de rentabilidad esperada por quien emite la deuda.
  • Gastos por manejo (Gastos de cierre, seguro, etc): Son los gastos en que se incurren durante el proceso de aprobación del préstamo. Los cuales van de la mano con el monto y con tipo de deuda que se esté adquiriendo.

Tomando esto en consideración, endeudarse de manera inteligente es hacerlo desde la perspectiva de un propósito y una fuente. Esto es saber, en primer lugar, para qué se está asumiendo esta deuda (propósito), y en segundo lugar, cómo se va a solventar (fuente).

Esto quiere decir que en la medida en que se tengan definidos el motivo de la deuda y la forma en que se van a saldar las diferentes cuotas, entonces el endeudamiento es inteligente. Porque se están partiendo de un plan y una estrategia.

La segunda manera en la que tomar un préstamo puede ser una buena idea es cuando dicho endeudamiento agrega valor. Para esto es necesario definir qué agrega o no valor a la vida personal o a la empresa.

En ese sentido, esta definición entra dentro de la subjetividad, porque el valor de las cosas parte de la persona en función de tres premisas básicas que no necesariamente son medibles o cuantificables:

Los cuales vienen de la mano de la percepción individual de qué es efectivo, qué es organizado y a qué nivel inician los beneficios que satisfacen la necesidad.

Ahora, la perspectiva de valor es distinta cuando se habla de personas y empresas, ya que el enfoque personal por lo general incluye:

Esto significa que endeudarse, desde la perspectiva personal, le agrega valor a la vida cuando este préstamo le permite evolucionar a un estado de mejoría sin mayores complicaciones. Un ejemplo de esto puede ser, adquirir una vivienda.

En donde la persona orienta sus esfuerzos a adquirir un bien que luego, si toma la decisión de comercializarlo, se puede tornar en un activo que represente un beneficio económico, y si no, entonces puede disfrutar de un espacio propio que le brinde cierta estabilidad, económica y emocional. En ambos casos, venta o no, la persona logra un estado de satisfacción, crecimiento y desarrollo personal.

Mientras que cuando se habla de empresas el valor debe partir de:

En otras palabras, cada vez que una empresa se enfoca en cómo facilitarles la vida a sus clientes a través de la creación de nuevas alternativas y productos o servicios innovadores, en los cuales haya perspectivas de generación de beneficios, entonces se crea valor; por ende, el endeudamiento puede ser una buena idea.

La última manera en donde endeudarse puede ser una buena idea es quizás la más delicada, a razón de que implica la asistencia de profesionales en el área de la gestión financiera y de estructuración de deudas. Ya que la consolidación de deudas sugiere tener varios compromisos financieros, y no necesariamente se están manejando de manera adecuada.

Por lo que al hablar de consolidar no es solo unir varios préstamos en uno solo, sino en cómo se va a hacer y las implicaciones del mismo. Por lo tanto, es determinante buscar la ayuda de personas o instituciones que sirvan como apoyo en el proceso de consolidación.

Ahora dada esta realidad ¿Por qué consolidar puede ser una buena idea? ¿Cómo es que endeudarse más puede ser una solución? Por el tema de liquidez y tiempo. En la medida en que la persona o empresa tiene varias obligaciones financieras en diferentes tiempos esto puede crear un estado de insolvencia que, en cierta medida, se torna en un círculo vicioso de impago, que puede devengar en la acumulación de deudas.

En ese sentido, la consolidación de deudas se vuelve una alternativa porque permite estabilizar la liquidez con el tiempo para entonces permitirle, tanto a la persona como a la empresa, un espacio de reajuste financiero.

No obstante, es importante reiterar que esta opción debe venir acompañada de un asesoramiento financiero, a razón de las implicaciones y la estrategia que se quiera implementar.

El endeudamiento es una alternativa adecuada dentro de la gestión financiera en la medida en que esté enfocado a una deuda inteligente, a agregar valor y a consolidar una serie de compromisos financieros, a razón de que le permite a la persona y a la empresa optimizar sus recursos financieros y que esto resulte en un mejor desempeño económico.

Por lo que si esta entrada sobre cómo endeudarse puede ser una buena idea le ha sido de utilidad le invitamos a comentarla y compartir. Sus aportes y opiniones son de gran importancia a esta comunidad y enriquecen el debate.