3 marcas de coches populares de los 80 que acabaron desapareciendo de las carreteras españolas (II)

Por Juan Carlos Fernández

Saab

La historia de Saab es un caso de claro de combinación de innovación, calidad e inteligencia con poco presupuesto que, sin embargo, ha acabado desapareciendo tras más de 70 años de historia. Símbolo del refinamiento y tecnología nórdica (junto a Volvo), Saab (Svenska Aeroplan AB) nació en 1937 como fabricante de aviones de combate que, tras la Segunda Guerra Mundial, decidió dar un giro industrial y comenzar a producir automóviles. Es curioso que, durante toda su historia, han convivido tanto el negocio de aviación como el automovilístico y, de hecho, a día de hoy continúa fabricando aviones al operar de forma independiente a la automovilística.

El primer coche se fabricó en 1949, el Saab 92, un utilitario que pronto se ganó fama de fiable y seguro. Con la premisa de la plataforma de este modelo, se fueron lanzando nuevos vehículos mejorados y equipados con tecnología novedosa para la época (como cinturones de seguridad) durante los años 50 y 60 (Saab 93, 94 y 96), aunque el verdadero salto a la fama internacional para Saab fue su modelo 99, que fue diseñado desde cero.

En los años 70, tras la fusión con el fabricante de camiones Scania (producida en 1969), Saab llegó al hito de vender un millón de unidades, haciéndose igualmente un hueco dentro de las competiciones de rally.  Esta década fue importante para la marca, ya que se enfocó en crear vehículos de clase media-alta, con una estética aeronáutica muy particular y, por supuesto, sin renunciar a lo último en tecnología y seguridad. Son de esta época los modelos 9000 y, especialmente, el 900, el modelo más vendido de la marca con casi un millón de unidades comercializadas entre 1978 y 1998.

Los problemas llegaron realmente a finales de los 80 y principios de los 90, cuando Saab se vio obligada a vender el 51% de sus acciones a General Motors en 1990, debido a los problemas económicos que atravesaba la compañía. Desde luego había tenido un gran éxito de ventas con algunos modelos, especialmente con el 900, pero una automovilística con sólo 2 modelos en cartera (el 900 y el 9000) no era sostenible.

General Motors (que finalmente compró el 100% de las acciones en el año 2000), introdujo algunas novedades en los modelos, como cambiar la plataforma del 900 utilizando la del Opel Vectra y rebautizándolo como Saab 9-3 (y el 9000 como 9-5). En 2009 General Motors cae en quiebra y, con ella, decide vender Saab a la automovilística holandesa Spyker la cual, en 2011 declara a su vez la quiebra de Saab y la vuelve a vender a la china National Electric Vehicle Sweden (NEVS).

NEVS tenía como objetivo utilizar la marca y parte de la tecnología de Saab para producir coches 100% eléctricos, proyecto fallido ya que, aunque es cierto que en 2013 salió una nueva versión del 9-3 (aunque con motor gasolina), en 2014 volvió a parar la producción y, tras una serie de complejas vicisitudes, en 2016 anunció que no utilizaría la marca Saab en los nuevos modelos que pensaba comercializar en 2017.

Lada

Siendo realistas, Lada nunca llegó a implantarse seriamente en España, no pasando de ser una marca meramente testimonial, con la excepción del famoso (en gran parte por aspectos negativos), Lada Niva, aquel cáncer de gasolina que recorría nuestras carreteras en los 90.

La marca Lada nace en 1966 en la U.R.S.S., con el objetivo claro por parte del régimen de construir una marca que produjera vehículos baratos, de bajo consumo y funcionales. Curiosamente el proyecto contó con la colaboración de Fiat, la cual aportaba la base de algunos modelos, como el Fiat 124 en el que se basó el Lada Zhiguli, algo así como el Seat 600 en España.

Pero, como decíamos antes, la gran revolución para Lada fue el incombustible Niva, un todoterreno feo, simple y aburrido, pero robusto, duro, fiable y muy barato. Este coche, que salió al mercado en 1976, ha sido considerado como uno de los productos más exitosos de la U.R.S.S y, en realidad, no es para menos, ya que en Europa se vendió realmente bien. En España el Niva también tuvo una relativa buena acogida, pero pronto empezó a desaparecer producto de los altísimos consumos provocados por su deficiente aerodinámica y su tracción a las cuatro ruedas permanente.

Con la caída de la Unión Soviética, Lada continuó produciendo modelos y vendiéndolos en Europa (incluido el Niva), destacando quizás en España el Samara, que de vez en cuando se veía por las calles, pero la fábrica Lada ya no era rentable bajo el modelo capitalista, por lo que sus exportaciones se limitaron en gran medida, centrándose fundamentalmente en el mercado local ruso.

A día de hoy la marca se mantiene a flote, si bien controlada por el grupo Renault-Nissan, con un mercado totalmente enfocado a Rusia, pero también se comercializan sus nuevos modelos (X-Ray, Vesta, 4×4, etc) en otros países, ninguno de ellos Europeos.

Yugo

Considerado por muchos como la peor marca de coches de la historia (yo personalmente creo que no es para tanto), Yugo fue rara avis en España, aunque seguro que todos nosotros recordamos haber visto algún modelo de la marca en los 80 y 90.

Yugo (diminutivo del país de fabricación, Yugoslavia) era la marca creada para la exportación de la automovilística yugoslaba Zastava. Comenzó la exportación de automóviles en 1980 con el modelo 45, un utilitario que se basaba en la mecánica del Fiat 128, aunque mucho más desfasado y rudimentario. En un principio la comercialización se centró en Yugoslavia, aunque a partir de 1985 se exportó a EEUU y Europa. En su país de origen se vendió bastante bien, gracias al bajo precio de venta, pequeño tamaño y maniobrabilidad, pero pronto se ganó una fama de coche poco fiable y de mala calidad.

Otro modelo popular en Europa fue el Yugo Skala (que utilizó varios nombres como Zastava 101, Zastava 1100 o Zastava 128), también muy extendido y basado en la estructura del Fiat 128, que curiosamente mostraba un buen comportamiento en carretera y un motor muy decente. Ello unido al bajo precio de compra, hizo que en Yugoslavia fuese uno de los coches más vendidos durante años y alcanzase popularidad en países europeos como Reino Unido.

Los problemas para Yugo (Zastava) comenzaron con la guerra de los Balcanes, los bombardeos a una de sus fábricas y las sanciones económicas impuestas por la ONU y la Unión Europa, lo que implicó que los coches no se pudiesen exportar durante muchos años y se limitasen a su mercado local, aunque se siguieron produciendo hasta el año 2008. En dicho año Fiat compró la marca y todos sus activos, desarrollando una millonaria inversión para la fábrica de la antigua Zastava, no para producir modelos de la extinta compañía, sino para hacer lo propio con ciertos modelos de Fiat, como el 500L mini-minivan.

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