En general, la creatividad se entiende como la capacidad para combinar ideas o sistemas de una manera original o para establecer asociaciones poco comunes entre las ideas.
La innovación se entiende como un proceso consistente en convertir un problema en una solución, cómo resultado será una idea creativa.
Según Balvinden Powar, existen tres grandes pasos para poder innovar, que son:
1. Idear
Sin saber cuál será nuestro campo de acción no podemos tener claridad de cuál será nuestra área de acción. Lo primero es idear, pensar, analizar e identificar un vacío sobre el cual podemos investigar y, en un futuro cercano, llenar con nuestra propuesta.
2. Crear
Luego del proceso analítico, tenemos que pasar a la creación misma. Para ello, se recomienda tener claro cuáles son las motivaciones reales de quienes serán los consumidores o usuarios finales de esta invención. Así, nuestro proceso de creación estará centrado en la realidad y tendremos parámetros concretos con los que compararnos. ¡Dale rienda suelta a tu creatividad! No te olvides que lo único que te separa de ser el próximo Mark Zuckerberg es la llevada a cabo de tu idea.
3. Validar
¿Cuál creen que es la mejor manera de validar una innovación? ¡Probando con aquellos que te brindaron información sobre sus más profundas motivaciones! Claro, junta un grupo de gente y comprueba que lo que estás haciendo les esté realmente entregando un valor agregado.
Ahora te comparto una breve charla en video sobre el desarrollo de la creatividad del neurocientífico Estanislao Bachrach.
Fuente: wix.com – YouTube.com
Imagen: ©Sergei Nivens – Shutterstock
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