Sabemos que España atraviesa una etapa económica difícil, demasiadas complicaciones hacen que las parejas se planteen esperar a que la situación sea más propicia para tener un hijo. Sin embargo, la reducción de la natalidad es un problema muy grave que el Gobierno obvia porque vive en el presente y no piensa en el futuro, si analizamos las gráficas de natalidad de las últimas décadas podemos comprobar que en un principio se dibujaba una pirámide, en la parte más baja y de mayor base se encontraba el número de nacimientos y niños, en la parte más alta las personas de la tercera edad, se garantizaba el reemplazo generacional, las pensiones, el desarrollo del país y mil cuestiones más.
Con el paso de los años la pirámide se ha ido invirtiendo, la base se ha reducido significativamente y el número de personas de la tercera edad ha aumentado considerablemente. Ya no se garantiza el reemplazo gerneracional, las pensiones y en general el buen desarrollo del país, a esto hay que sumar que la falta de trabajo hace que los jóvenes emigren a otros países, por lo que el problema se agrava más y más. Estos son sólo algunos motivos que deberían hacer que el Gobierno cambiara de política, trabajando para poder ofrecer empleo a los jóvenes y brindar las ayudas necesarias para revertir la situación y que la natalidad aumente. Algunas pequeñas localidades intentan revertir la situación y ofrecen las ayudas que buenamente pueden, en el caso de la localidad de Solosancho (Ávila) el Ayuntamiento ha decidido ofrecer 300 euros para fomentar la natalidad, sea por nacimiento o adopción.
La intención es buena pero es difícil creer que 300 euros motiven a las parejas a concebir un hijo. El Ayuntamiento, ante la continuada reducción de población y ante el temor de que esta localidad de casi 1.000 habitantes se quede sin guarderías, sin colegios, sin servicios mínimos y por supuesto sin habitantes, ofrece 300 euros de ayuda, cantidad que no se puede considerar como tal, claro que hay que tener en cuenta que esta localidad tiene recursos muy limitados. No pretendemos criticar esta iniciativa, sino tomarla como un ejemplo de lo que ocurre en muchas otros municipios, el número de personas mayores aumenta y el número de jóvenes está bajo mínimos.
Según las estadísticas, esta localidad ha tenido una media de cinco nacimientos por año, de ahí que se intente incrementar mediante ayudas a las parejas que deseen formar una familia, sea por nacimiento o por adopción de un niño de hasta seis años de edad durante el presente año. Para ello cuenta con una partida presupuestaria de 4.000 euros (que lejos quedan las ayudas de los 2.500 euros por nacimiento o adopción que ofrecía el Gobierno de España apenas hace unos años). 300 euros de ayuda a la natalidad no solucionan nada y los gastos asociados a la crianza de un hijo son cuantiosos, sumamos la falta de empleo y de otros tipos de ayudas y se puede deducir que se trata de una iniciativa que cae a un pozo sin fondo.
El Ayuntamiento de Solosancho ha estipulado además que en el caso de partos múltiples o adopción de más de un niño, se entregará una cantidad adicional de un 75% de la ayuda total por cada hijo. Si un niño tiene una minusvalía reconocida de más del 33% se le entregará a la familia un extra de 150 euros. Hay que aplaudir a Solosancho y a otras muchas localidades por intentarlo, pero hay que centrar los esfuerzos y luchar para que sea el Gobierno central el que se encargue de revertir la crisis de natalidad que se vive en España, vivir el presente sin pensar en el futuro traerá muchos problemas a la sociedad española en los próximos años.
Foto | Adam Borkowski
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¿300 euros para fomentar la natalidad?