300, se dice pronto

Por Jcbarona


Tengo alguna experiencia pendiente de contar y muy poca prisa para hacerlo. Lo más urgente, se me ocurre a mí, es mencionar el hecho de que este es el artículo o el post numero 300. Todavía recuerdo el 200 y parece que fue ayer, pero ya han pasado dos años. Mi ritmo medio entonces es de 50 reflexiones anuales, lo que supondría algo menos de una reflexión por semana, no me parece poco.

Ya me he quedado completamente solo aquí. Nadie o casi nadie tiene la costumbre de leerme ni mucho menos de hacérmelo saber. Volví, no sé si lo dije, al Facebook con la idea de promocionar este espacio y hasta ahora he fracasado casi completamente. Tengo tres opciones: seguir tal cual, dejarlo (en el facebook y aquí, qué tentador) o insistir de otras maneras para que me lean más. Conociéndome es casi seguro que seguiré igual. Ya me he acostumbrado; con pequeños ataques de impotencia y de pudor, pero lo llevo bien.Analizo la producción y creo que ha valido la pena molestarme en escribir todo lo publicado, hay artículos que me satisfacen plenamente. Con el beneficio constante de saber y recordar por dónde iban mi vida y mi cabeza en cada momento y si coincidían en el mismo lugar…


Comparo mi vida muy a menudo con un circuito cerrado que hago una y otra vez; a más o menos velocidad, parándome incluso, voluntariamente o no, en alguna curva, con compañeros de viaje que se suben solos o los sube la vida o los invito yo parte del trayecto… Como uno es inquieto y creativo trato de fijar mi vista en diferentes lugares, cambiar de vagón o de ventanilla, fotografiar tal o cual paisaje, externo e interior al pasar por tal o cual escena, que es una de las funciones si no la principal de este blog.Una parte de mí quiere salir de allí, modificar el itinerario, o la compañía y cambiar. Pero no sé cómo o no termino de decidirme. Me muevo con bastante soltura en este tío vivo; ya sé donde tumbarme, cuándo agacharme, cuándo saltar, dónde mirar, dónde estás tú y dónde no.
Te lo iré contando por si llegara a interesarte. O dejaré de contar nada, qué mejor evidencia que esa de que algo significativo habrá cambiado en este que escribe. Mientras tanto adiós, que te vaya bien. Ya veré cómo lo celebro a parte de así.