Nada que celebrar, ni los más acérrimos antisionistas deberían poder mostrar orgullo en el aniversario de una de las peores organizaciones de la Historia.
Una organización terrorista, mafiosa y violenta cuyo único fin, reconocido públicamente, es el exterminio del estado de Israel y sus ciudadanos.
Una organización terrorista que, al igual que el ISIS, es furibundamente integrista y trata a los no musulmanes como ciudadanos de segunda.
Una organización fanática que cosifica a las mujeres privándolas de derechos.
Una organización que reprime a los homosexuales que deben huir a Israel para salvar sus vidas.
Una organización que condena a su población a un bloqueo que les obliga a vivir con privaciones mientras ellos amasan fortunas y compran armamento.
Una organización que destruye a su propia infancia envenenando el cerebro de los más indefensos: los niños palestinos, que sufren un criminal adoctrinamiento y militarización en las escuelas y guarderías.
Una organización que usa a su propia población y a sus civiles como escudos humanos y carne de cañón ocasionando no pocas víctimas entre su propia gente a la que, cínicamente, dicen defender.
Una organización entre cuyos logros solamente figuran el lanzamiento indiscriminado (crimen de guerra) de miles de misiles sobre Israel, el asesinato de cientos de personas, y la perpetración de miles de atentados terroristas que han llegado a afectar a guarderías, escuelas, autobuses escolares, etc, etc
Hamas es muerte y destrucción
Y la ONU, para su vergüenza, sigue sin condenarlo
31 años desde que esta organización #terrorista fue creada. #Hamas sigue robando a los palestinos su futuro y los recursos de #Gaza, sembrando muerte, odio y destrucción tanto para israelíes como palestinos. pic.twitter.com/l3ycWSeQYM
— Israel en Español (@IsraelinSpanish) December 16, 2018
Imagen de cabecera de The Israel Project con atribución 2.0 Generic (CC BY-SA 2.0)
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